Libertad Culebras, psicóloga: «Al elegir planes hay que pensar en el hijo que tenemos, no en el que nos gustaría tener»

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

18 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Las alternativas de ocio para niños en verano se han multiplicado. Partiendo de la premisa de que el verano es el mejor momento para compartir tiempo en familia, la psicóloga Libertad Culebras propone algunas pautas para ayudar a tomar las mejores decisiones entre los que necesitan acudir a recursos externos para que sea un tiempo provechoso.

«Son sus vacaciones, no deben tener el mismo ritmo que en el curso»

«Equilibrar las necesidades de la familia y los niños no tiene una pauta única, porque hay circunstancias muy distintas. Lo primero es ser conscientes de que son las vacaciones de los niños, y que no deben tener el mismo ritmo que durante el curso. Y también superar algún tópico: no existe el buen o mal verano, o al menos no tiene por qué identificarse con hacer grandes viajes o ir a un campamento concreto. Para pasar un buen verano también vale hacer cosas diferentes y pasar tiempo juntos, divirtiéndose de otra forma».

«Lo mejor es que haya comunicación y que ellos puedan escoger»

«La mejor opción para encontrar la actividad o el campamento adecuado es que sea fruto de la comunicación. Si sabemos que a nuestros hijos no le gustan especialmente las actividades de teatro o de ciencia, no los metamos en ellas. O al revés, no apuntarlos en uno de deporte, cuando prefiere el teatro. Hay que buscar el equilibrio entre lo que creemos que es lo mejor, pero considerando también sus gustos. Una buena solución, sobre todo para que ya están en primaria o son adolescentes, es no limitarle las opciones y ofrecerle varias alternativas que nos encajen por conciliación para que escoja a cuál quiere ir. A medida que son mayores tenemos que contar más con su opinión».

«El verano es un buen momento para favorecer un aprendizaje diferente»

«Personalmente estoy en contra de los cuadernos de actividades para el verano. Igual que los adultos tenemos vacaciones y queremos descansar, los niños también. Otra cosa es favorecer el aprendizaje de una forma distinta. Pueden ir a la biblioteca y que elijan ellos los libros, y que sigan en contacto con materias escolares pero de otra forma, desde el gusto y el interés. Las primeras semanas del siguiente curso ya retomarán rutinas y repasarán conocimientos del curso anterior».

«Puede haber rutinas distintas. Las vacaciones son cambios, no caos»

«Las rutinas son positivas porque nos dan seguridad, pero en verano tienen que ser diferentes. Pueden acostarse y levantarse siempre a la misma hora, aunque sea más tarde y con algo más de flexibilidad para que tengan esa sensación de vacaciones. Y que cambien esas rutinas no quiere decir que no haya obligaciones. Las vacaciones son un buen momento para que contribuyan más en casa, arreglando su habitación, preparando las cosas de la playa... Es interesante aprovechar estos meses para incrementar las actividades físicas dentro de sus gustos e intereses. Y no tienen que ser específicos de un deporte, vale con ir al parque y aprovechar para estar con niños diferentes a los del colegio. Las vacaciones son cambio, no caos».

«Un fin de semana o un viaje en tren en el día crea vínculos y anécdotas»

«Damos por hecho que todo el mundo tiene vacaciones en verano, y a veces no es así. Si los progenitores no disponen de ese tiempo, pueden aprovechar un fin de semana o tres o cuatro días. El tiempo que se pueda, que sea para la familia. Se pueden hacer excursiones a lugares cercanos, o ir en tren a algún lugar, aunque sea ida y vuelta en el mismo día. Esos viajes sirven para crear vínculos y generar anécdotas».

«Cuidado con forzar situaciones con los niños que son muy apegados»

«La edad para que pasen algún tiempo fuera de casa sin sus padres depende mucho de cómo sea el niño o niña. No debemos forzar. Cuidado con intentar forzar situaciones con niños muy apegados y creer que les vendrá bien estar menos con sus padres. Si tiene esas dificultades para dormir una noche en casa de un amigo, enviarlo diez días a un campamento no es lo mejor. Tiene que ser algo gradual, y podemos buscar actividades más cortas en el tiempo e ir aumentando los tiempos más adelante. Cuando se trata de elegir planes, pensemos en el hijo que tenemos, no el que nos gustaría tener».