La tasa turística de Santiago tiene fecha: 1 de octubre

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El sector ve el aplazamiento con alivio, aunque entiende que su aplicación podría quedar todavía para noviembre

19 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento ha cedido a la presión del sector hotelero y de parte de la oposición y ha rectificado su intención de aplicar la tasa turística desde agosto. Finalmente, la puesta en marcha del impuesto se demorará hasta el 1 de octubre. La fecha no colma del todo la demanda del sector, pero sí representa un alivio importante ante las complicaciones que le supondría afrontar el procedimiento de su cobro en plena temporada veraniega. Esas complicaciones se le expusieron al gobierno local en las reuniones que convocó con asociaciones y empresarios del sector el martes y el miércoles de esta semana, y en las que los concejales de Turismo y Facenda tuvieron ocasión de pulsar personalmente el malestar por la demora en darles cuenta de cómo tendrían que gestionar ese cobro, cuando se mantenía la intención de aplicar la tasa desde agosto.

El ejecutivo de Goretti Sanmartín adquirió entonces el compromiso de valorar un posible retraso. Lo hacía, sin embargo, sin adelantar un plazo, que sí fijó ayer. Hasta el 1 de octubre no se empezará a cobrar la tasa, aunque la aprobación definitiva de la ordenanza que la regula se publique antes. La intención inicial del gobierno era que su aplicación fuese inmediata tras la publicación del texto definitivo que se aprobará en el pleno municipal del 31 de julio. La ordenanza incorporará ahora una disposición que fijará su vigencia desde el 1 de octubre.

Así lo anunció ayer la responsable de Turismo, Míriam Louzao, quien entiende que este es un «tempo prudencial» para que los establecimientos puedan adaptar sus procesos de gestión e «introducir os axustes precisos» para su cobro. Para la concejala de Turismo, dos meses es tiempo suficiente para el sector, un tiempo que «dá resposta a ese compromiso» de ampliar el plazo y que al tiempo permite mantener el «compromiso municipal de ter esa recarga en marcha canto antes».

En medio de la polémica con el sector por la falta de diálogo que este le atribuye al gobierno local, Louzao insistió en que el ejecutivo mantuvo un «diálogo constante desde o inicio do mandato» —que se «intensificou» esta semana— y que la consulta pública realizada sobre la propuesta de ordenanza que presentó en marzo se cerró sin «suxestións», pero parece «que é agora cando o sector por fin se aveu a poder tratar algunha cuestión en concreto». «Parece que ata que veu que ía ser unha realidade non se aveu a tratar as cuestións técnicas», dijo Louzao. «Pero non pasa nada: estamos aínda a tempo e parécenos que o importante é ter un consenso co sector», aunque asumió que ese retraso se notará en la recaudación prevista. Lo importante, sin embargo, «é facelo con bo pé e da man do sector».

Desde este, reconocen que ese aplazamiento sobre las previsiones iniciales del gobierno es un alivio. Para todos los establecimientos, por la carga añadida que supondría en la temporada alta, pero sobre todo por el impacto que tendría en las reservas hechas ya para agosto y septiembre.

Para Hostalaria.gal, la moratoria está dentro de la propuesta que hizo esta asociación, la de esperar a que terminase este trimestre y, aunque «sempre nos viría ben máis prazo, entendemos que é lóxico que empece co trimestre», dice Lois Lopes. Desde la Asociación de Turismo e Hostelería, Ramón García Seara reconoce ese alivio —«minórase o prexuízo e iso sempre é bo»—, si bien entiende que la moratoria se podría prolongar hasta noviembre. En cualquier caso, lamenta que «algo que é tan lóxico» no hubiese salido por propia iniciativa de Raxoi. Estrella Ferreiro (por las VUT) defiende que la demanda de que se dejase hasta noviembre «estaba moi fundamentada», pero «se valora que deran o brazo un pouco a torcer».

«No hay consenso»

En contra del escenario de consenso que dibujó Louzao, Unión Hotelera —agrupa a los grandes hoteles de la ciudad y se opone a la tasa— expuso ayer que no es así, aunque se haya aplazado a octubre la aplicación del impuesto. «Para nada eso significa un consenso con el sector», dice Esteban Iglesias desde la asociación que aglutina el 77 % de las plazas hoteleras y que insiste en que no hubo el diálogo que defiende Louzao. Lo único que pueden agradecer en este proceso es que la tasa se retrase a octubre, por el impacto que tendría su aplicación en pleno verano, impacto que «no es una cuestión menor» por las reservas previas a las que habría que notificar la cobranza del impuesto. A modo de ejemplo, dice, los establecimientos adheridos a esa asociación tienen ya contratadas el 45 % de sus plazas para octubre, con lo que tendrán que advertir a esos clientes sobre la tasa. Y solo en ese mes suponen 46.000 personas. «Son cifras tremendas», expone.

El gobierno cuenta con que los grupos que apoyaron inicialmente la ordenanza lo hagan también el día 31. Louzao afirma que hay consenso. Expresamente, el PSOE estaba dispuesto a presentar una enmienda si no se demoraba la tasa, una decisión que celebró y que Sindo Guinarte vincula con la presión de su grupo.

El texto definitivo de la ordenanza incluirá también una disposición adicional por la que se sustituirá la comisión municipal de asesoramiento y seguimiento de la implantación y gestión del impuesto inicialmente prevista por el Foro de Turismo Sustentable, el futuro órgano municipal de participación turística que realizará funciones de asesoramiento y seguimiento de la implantación del impuesto. Dicho órgano deberá contar como mínimo con representantes del Ayuntamiento, de las empresas del sector y de las asociaciones vecinales. Una ordenanza municipal regulará su funcionamiento, ordenanza que deberá estar aprobada y publicada como máximo seis meses después de la entrada en vigor de la que fija las condiciones de aplicación de la tasa turística.

Con esta disposición, al igual que con la que fija el plazo para la vigencia del impuestos de estadías, el Ayuntamiento admite parcialmente dos de las siete alegaciones que ha recibido la ordenanza turística, según Louzao. 

El impuesto supondrá entre 1 y 2,5 euros diarios, según la categoría del establecimiento

El impuesto sobre las estancias turísticas fija importes de entre 1 y 2,5 euros por día, en función de la categoría de los establecimientos, y por un máximo de cinco días. En estancias superiores ya no habrá recarga a partir de la sexta jornada. Contribuirán con 2,5 euros quienes se alojen en hoteles de entre cuatro estrellas superior y cinco superior; y con 2 euros, los clientes de los hoteles de dos estrellas superior y cuatro estrellas, así como quienes contraten su estancia en viviendas de uso turístico. 

Quienes pernocten en pensiones y en hoteles con categorías hasta dos estrellas abonarán 1,5 euros. Y los usuarios de albergues, campamentos de turismo, turismo rural, apartamentos turísticos y viviendas turísticas pagarán un euro por día. 

Además de fijar las cuantías del impuesto, la ordenanza recoge las exenciones que establece la ley gallega que permitirá implantar este tributo y cómo se han de justificar en tanto la Xunta no desarrolle las normas de aplicación del impuesto.

No estarán sujetas a este impuesto las estancias por motivos de salud, las de deportistas federados que concurran a competiciones oficiales y las derivadas de causas de fuerza mayor. Además, estarán exentos de contribuir los menores de edad no emancipados, las personas con discapacidad igual o superior al 65 % y las estadías en albergues públicos gestionados por el Plan Xacobeo y en albergues juveniles.

Declaraciones responsables

Todos los beneficiarios deberán hacer una declaración responsable y aportar la documentación que justifique su estancia: certificado del centro sanitario o informe médico sobre la asistencia sanitaria recibida, certificado de la federación deportiva que organice la competición y licencia deportiva y documentación que acredite las causas sobrevenidas. En los demás casos, se exigirá la documentación que acredite las condiciones personales que justifiquen la exención.