El Fairway aborda si hay turistificación en el Camino: no, pero con matices

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

La colaboración entre administraciones y el sector, clave para el futuro

11 nov 2025 . Actualizado a las 19:18 h.

El Forum do Camiño de Santiago, Fairway, inaugurado el domingo con un día de puertas abiertas, abrió este lunes su agenda para el sector con sesiones informativas y de debate sobre el futuro de las rutas jacobeas y el impacto del turismo, tanto como motor económico como por los problemas derivados del volumen de visitantes, aglutinados bajo el concepto de la turistificación.

De hecho, el debate más intenso del día llevaba por título «Turistificación: ¿Visitantes o invasores?», en el que participaron Ildefonso de la Campa, director de la Secretaría Xeral del Plan Xacobeo; Teresa Ferreira, directora de Dinamización de Recursos de Turismo de Portugal; María Luisa Rodríguez, presidenta de la Asociación de Concellos del Camino Fisterra-Muxía; Jorge Carregal, Responsable de Comunicación de Turismo de Santiago (Incolsa); Bernardo Fernández, presidente de la Asociación de Concellos del Camino Inglés; Cesáreo Pardal, presidente del Clúster de Turismo de Galicia; y José María de Juan Alonso, socio director de Koan Consulting.

Tras la pregunta sobre si existe turistificación en Galicia y en el Camino, planteada por el moderador del debate, el comunicador Pati Blanco, el primero en intervenir fue Ildefonso de la Campa. El máximo responsable del Xacobeo negó la mayor, al señalar que la presencia de turistas «no interfiere ni condiciona la vida de los ciudadanos». Sí afirmó que «se está utilizando la turistificación para no hablar del problema de base de la vivienda, con dificultades para acceder a ella en sitios con mucho turismo y también en los que apenas tienen turistas».

Cesáreo Pardal también negó de forma tajante que exista turistificación y planteó qué pasaría si hubiese una buena política aeroportuaria en Galicia y aterrizasen cada día el mismo número de aviones que lo hacen en Oporto. «¿Habría barricadas?», se preguntó. Ante el próximo año santo, en el 2027, abogó por la coordinación entre administraciones y el sector evitando enfrentamientos como el de la implantación de la tasa turística.

Con un enfoque muy distinto, Teresa Ferreira centró su intervención en señalar que «ninguén pode impedir o dereito a viaxar», por lo que apostó por afrontar «o desafío dos territorios para ser conscientes da dimensión do turismo». También abogó por que «as entidades públicas e os axentes económicos traballen para crear propostas que axuden a dinamizar a oferta».

Un millón de compostelas

María Luisa Rodríguez, vinculada al Camiño de Fisterra y edila de Cee, reconoció que el concepto de la turistificación está muy alejado de lo que supone para esta ruta, la única que parte de Compostela y no desemboca en ella. En su caso ha funcionado como un revulsivo económico, con un claro ejemplo: «Olveiroa, en Dumbría, estaba condenada a desaparecer y ahora tiene un albergue que forma parte de su idiosincrasia», reconoció María Luisa Rodríguez.

Bernardo Fernández, alcalde de Pontedeume, concello por el que pasa el Camino Inglés, reforzó esta valoración al considerar que si bien «toda actividad humana genera impacto», él le da la bienvenida a la que surge del Camino porque «los peregrinos hacen un turismo respetuoso y no generan problemas de convivencia». Fernández sí reconoció que el éxito del Camino afecta a la prestación de servicios, pero también supone una fuente muy significativa de ingresos allí por donde discurre. Y ante el impacto que puede generar en el precio de la vivienda, señaló que Santiago nunca lo consideró un problema cuando los estudiantes de la USC disparan la demanda.

Por lógica geográfica, el representante de Santiago, Jorge Carregal, ofreció una radiografía distinta del impacto del Camino en la ciudad, ya que en ella convergen todas las rutas. Carregal tiró de estadísticas sobre la evolución de las compostelas entregadas en los últimos años y calculó que en una futura edición del Fairway que conmemore los veinte años, si se mantiene la evolución de peregrinaciones, superará el millón de compostelas entregadas. Carregal, que en buena parte de sus reflexiones señaló que las formulaba a título personal, afirmó que parte del problema está en «que se perde máis tempo en buscar responsables que en atopar solucións».

También planteó la necesidad de analizar el modelo turístico al que se aspira, al señalar el riesgo de saturación al que se enfrenta Santiago.

«El problema no se va a arreglar si solo opinamos los ‘turistólogos’»

José María Juan Alonso dirige una consultoría sobre turismo sostenible y fue el único participante en la jornada que no está directamente implicado en el Camino, aunque reconoció que lo hizo «cuando tenía 16 años con mil pesetas que me metió mi madre en el bolsillo, pidiendo comida y sin encontrar a nadie».

Anécdota aparte, Alonso destacó que cualquier decisión que se tome sobre el turismo «no se puede hacer en caliente», y argumentó que a la hora de abordarla hay que tener en cuenta el impacto que le va generar a la población que habita en los espacios turísticos, sobre todo a la más vulnerable. «El problema no se va arreglar si solo opinamos los turistólogos», afirmó.

Dado su perfil profesional, que le ha llevado a analizar el sector para muchas entidades y administraciones, y con la premisa de que «yo cuento los pecados pero nunca el pecador», confirmó que la turistificación es el principal asunto de debate en su campo pero fue optimista, siempre que se plantee una consensuada hoja de ruta: «Hay que atar corto a algún turismo, como el de Magaluf, pero se pueden hacer bien las cosas, con la cabeza bien fría generando un modelo de gobernanza público-privada, porque hay lugares donde ya se ha hecho, y funciona».