Una temporada «normalita» a la espera del impacto de las «malas noticias» que rodean a Lavacolla

J. C. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

07 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Un año «normalito», «valle», o «flojito, como todos los que anteceden a la víspera de un Xacobeo», el del 2027. Los pequeños operadores que ponen el termómetro a diario al turismo más allá de las cifras oficiales o de las consignas política valoran el ejercicio que ahora acaba como discreto y no ven grandes amenazas para el 2026, aunque sí tienen algunas preocupaciones. «Santiago es un destino de escapada, así que le cierre de la base de Ryanair nos acabará afectando, igual que las complicaciones para viajar con el AVE. En general no hemos tenido buenas noticias de Lavacolla», analiza Elena Iglesias, guía turística y fundadora de Galicia Experience. A su juicio, hay una «reducción» del turismo en general que «notamos más los que trabajamos a pie de calle», y ve con preocupación los debates que se han abierto en la ciudad en los últimos años: «No somos Roma, no somos Barcelona, pero se han intentado aplicar los mismos discursos de masificación», lamenta Iglesias, quien también echa en falta una «dirección clara» en materia turística desde la ciudad.

Rubén Cid, de Toxo Travel, trata de huir de los discursos pesimistas, pero advierte que tampoco es bueno aferrarse a la escalada de récord de los peregrinos, «porque moitos contan como número, mais non fan gasto». Entre los aspectos positivos del 2025 incide en la desestacionalización, con una temporada más larga de lo que estaban acostumbrados pese a que el calendario de puentes tampoco ayudó. «Temos que pelexar o tema do aeroporto, que no 2026 vai estar mes e pico pechado», recuerda Cid, quien resuelve la polémica del cobro de la tasa turística de forma pragmática: «Se vale para que a xente estea máis tranquila e vexa o turismo coma unha industria máis...».

Teresa Sánchez y José Antonio Brea, de Traslados Compostela —servicios de transportes en vehículos— apuntan otra preocupación, la de las obras que generarán cierres en el Hostal dos Reis Católicos, el buque insignia de la hostelería. Llevan dos décadas trabajando y ya conocen las dinámicas respecto a los años santos, de ahí que esperen pasar de un año «flojo» a uno «bueno». Y apuntan una tendencia de los dos últimos años: «Los viajeros con mayor poder adquisitivo escapan del calor y del tumulto hasta el punto de que septiembre fue el mejor mes del año».