Un grupo de peregrinos pasa la noche en el pabellón de Arzúa al encontrar chinches en su albergue

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca SANTIAGO / LA VOZ

ARZÚA

Agentes de la Guardia Civil, efectivos de Protección Civil y la concejala de Turismo arzuana se desplazaron hasta Ribadiso para asistirlos

27 ago 2023 . Actualizado a las 20:29 h.

Un grupo de 43 peregrinos fue asistido la madrugada del viernes por la Guardia Civil, tras encontrarse con numerosas chinches en el albergue privado donde iban a pasar la noche en Ribadiso. Ante la negativa de los integrantes del grupo a continuar la noche en el establecimiento y la falta de una solución satisfactoria por parte del propietario, que cerca de la medianoche únicamente podía ofrecer un alojamiento alternativo para tres o cuatro personas, la edila de Turismo de Arzúa, Begoña Balado, que acompañaba a los guardias y a efectivos de Protección Civil, optó por darles acceso al polideportivo municipal arzuano.

Balado explicaba ayer que desde el Concello se implicaron para intentar buscar la mejor opción para que el grupo procedente de Segovia pasase la noche en Arzúa: «Sobre todo, porque había un número moi grande de nenos». En concreto, eran más de la mitad, 22, los menores que participan en una peregrinación con origen en Sarria y llegada prevista para hoy a Santiago. Muchos de ellos habían empezado a dormir en la habitación comunitaria de mayor capacidad del albergue, y fueron algunos de los padres los que al irse a acostar detectaron la presencia de los insectos en la ropa de las camas. Para paliar la tenue luz del establecimiento, encendieron las linternas de los móviles y aseguran que la presencia de chinches era muy elevada, tanto en la ropa de las camas como bajo los colchones. Fue entonces cuando contactaron con el propietario del establecimiento, quien indicó que desconocía esa circunstancia, por lo que avisaron a la Guardia Civil de la situación, que se personó con efectivos de Protección Civil de Arzúa y la propia concejala. Parte del grupo pasó la noche en el pabellón, pero no todos se desplazaron hasta allí. A la vista de que la situación se prolongaba en el tiempo y avanzaba la madrugada, algunos de los chavales siguieron durmiendo en los vehículos a los que fueron llevados por sus padres al advertir la presencia de los insectos. El grupo segoviano, tras pasar buena parte de la noche en vela, prosiguió el Camino antes del amanecer.

La concejala de Turismo de Arzúa, Begoña Balado, señala que la situación vivida la madrugada del viernes «é un caso excepcional, no Concello non tivemos queixas deste tipo ata o de agora». Un municipio en el que destacó la existencia de una amplia oferta de establecimientos turísticos, tanto albergues como casas rurales, con una calidad contrastada. Por eso espera que lo ocurrido no tenga repercusión para la imagen que de Arzúa se tenga fuera, «porque polo xeral todo o mundo cumpre».

Sanidade alertó en el pasado sobre las «repetidas denuncias pola presenza de chinches» en albergues del Camino, indicando que «co aumento do número de peregrinos que se está a producir nos últimos anos, tamén incrementaron as consultas en atención primaria polas picaduras a usuarios de albergues e outros establecementos turísticos».

Una empresa especializada fumigó el establecimiento ayer

El matrimonio propietario del albergue reconocía ayer por la tarde la existencia de chinches en el establecimiento, pero indican que son unos insectos difíciles de erradicar porque pueden incluoso introducirse desde las mochilas o calzado de peregrinos. Aseguran que parte del grupo pasó la noche en el albergue, y limitan la existencia de los insectos a un lateral de la habitación.

Explican que a las 10 horas de la mañana de ayer acudió ya personal de Sanidade a este albergue privado de Ribadiso para efectuar una inspección, ordenando proceder a la fumigación (se había hecho una anterior hace unos tres meses).

Subrayan que la empresa de fumigación se personó a las tres de la tarde, y actuó en todo el establecimiento. Destacan así que el problema se solventó al cabo de unas horas, y están a la espera de las indicaciones de Sanidade para poder mantener abierto un albergue que creen necesario por el alto número de peregrinos.