La capilla de Dodro que guarda con celo una imagen de la Virgen dando de mamar

Cristóbal ramírez

DODRO

Cristóbal Ramírez

El templo del Buen Parto y de la Leche es minúscula, pero preciosa

28 sep 2025 . Actualizado a las 05:05 h.

Nadie puede negar que el nombre es sonoro: capilla del Buen Parto y de la Leche (ahora hay también versión gallega, capela do Bo Parto e do Leite, sin que se haya investigado si tal denominación se empleaba en el pasado). Desde hace mucho tiempo los vecinos obvian tan largo nombre y lo resumen de manera eficaz: la capilla. Cuando alguien dice que va o pasó o se detuvo en la capilla, todos saben que se refiere a este templo de planta rectangular y que sorprende por sus tan solo seis metros de largo por cuatro y medio de ancho. Minúsculo, pero precioso.

Esto es Dodro, un municipio olvidado por el turismo, fagocitado por el poderoso Padrón, pero al mismo tiempo con un buen montón de encantos naturales —ocultos por tanta repoblación arbórea— como constructivos.

La capilla se levantó en un espacio ciertamente incómodo por el desnivel, lo cual habla muy bien de su arquitecto, que resolvió el problema rebajando la tierra por atrás y diseñando una sólida escalera de cinco niveles. En la obra se utilizaron tanto sillares graníticos (de reducido tamaño, eso sí) como mampostería, y el resultado es un conjunto equilibrado que sería algo soso, con su fachada neoclásica, si no fuese por su bóveda de cemento y adobe y su cubierta a dos aguas. Pero sobre todo le dan una cierta alegría las dos columnas exentas (o sea, no están pegadas a la pared de la fachada) sin capitel que acompañan a la puerta, sumando esfuerzos ambas para sostener una cornisa que sobresale de manera llamativa.

Como buscando dinamizar un poco más la imagen que recibe el visitante, arriba ha sido colocado un frontón curvo que corona un campanario muy pequeño que recuerda a un trípode, y rematado por un Cristo y una Piedad que han sido trabajados en granito. Pura obra de arte, vamos.

La capilla suele estar cerrada, pero por un ventanuco, y tras unos minutos que los ojos agradecerán para acostumbrarse a la oscuridad, se distingue claramente un altar lógicamente pequeño porque el espacio no permite grandes alegrías. Y en él, una Virgen da de mamar a su Hijo, imagen que no hace falta explicar que se encuentra directamente relacionada con el nombre del templo.

Como información práctica, para llegar hasta allí hay que dejar la autovía al Barbanza en la primera salida (Dodro), seguir por la carretera AC-305 casi tres kilómetros y después de la Casa do Concello desviarse a la derecha rumbo a Rois. Tras poco más de mil doscientos metros en suave ascenso, la meta aparece ante los ojos del visitante pero en un segundo plano: la enorme mole de la iglesia de San Xián de Laíño hace que en un primer momento pase algo desapercibida esta construcción a la cual nadie puede negar su originalidad.

Dónde está

42°43’25” N 8°42’49” W

A pocos metros

Continuando la carretera de la derecha, a pocos metros y a la mano contraria sobreviven los restos de un molino de viento