
Es un espacio amplio muy bien distribuido que combina las obras hechas por el hombre con la naturaleza
13 jul 2025 . Actualizado a las 05:05 h.Unos mimos no le sentarían nada mal al área recreativa de Furelos (algunos la llaman playa fluvial de Meire, por la cercanía de la aldea O Meire), en las afueras de Melide. Si los recibe, y rápidamente, entonces sí que se merecerá entrar en una lista de encantos de la comarca compostelana. Porque se trata de un espacio amplio muy bien distribuido —con mucho sitio para aparcar el coche, algo que se agradece en esta Galicia donde tal cosa por lo general se reduce a la mínima expresión— que combina las obras hechas por el hombre con la naturaleza.

En efecto, toda la primera parte, la que recibe al visitante, carece de interés: un chiringuito, unas piscinas y poco más. Viene luego un extenso campo que puede considerarse una zona de transición, arbolada, y después el precioso río Furelos, que es posible admirar desde alguna de las múltiples tumbonas fijas, sin duda un gran invento. Toda la corriente, esos veintiséis kilómetros desde su nacimiento en la sierra de Careón (municipio de Toques) hasta su desembocadura en el Ulla, merece el calificativo de espectacular, fervenza de Brañas incluida. Para ser sinceros, una de las más espectaculares de Galicia.

Y una vez en la orilla, tras pasar una canalización del agua, hay donde elegir, porque por la derecha queda lo que algunos definen algo extrañamente como muelle, y por la izquierda un monumental caneiro y un embalse que permiten que se forme la bañera tan utilizada en estos días estivales. Uno y otro, obras humanas, pero totalmente diferentes y esa diversidad es la que imprime un plus de encanto. A destacar que todo ese frente está construido en madera, lo cual, sin duda, embellece el conjunto.
El complemento es la vida en sí, porque por ese entorno tanto hay liebres (muy pocas, desde luego) como erizos, lirios y carballos, los vistosos estalotes (¿dónde va la vieja costumbre rural de estallarlos en la cabeza de los niños?) y los murciélagos. Una diversidad que, ante todo, se impone conservar.
Cómo ir
Salida de Melide hacia Palas de Rei por larga recta. Antes de la curva, desvío a la derecha señalizado. Precaución al cruzar luego la carretera general.