Un bar de 1913 siempre al día: «Ás veces len o xornal de dous en dous»

Juan María Capeáns Garrido
Juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

O PINO

GARRIDO

A Xesta, en O Pino, está suscrito a La Voz desde hace cinco décadas: «Repasamos os titulares antes de que cheguen os clientes, despois, olvídate»

12 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Para unos es el bar A Xesta. Para otros, el ultramarinos Pazo. Y para muchos, «o Corte Inglés de Ferreiros», en O Pino. Abrió en 1913, y es de esos lugares que si no existiesen la vida sería un poco peor. O al menos más incómoda, porque tiene casi de todo en sus abigarrados estantes y resuelve muchas necesidades que, de otra forma, obligarían a los vecinos a desplazarse hasta Arzúa o Santiago.

El doble negocio, unificado en el bajo de una misma casa a los pies de N-547, lo puso en marcha el abuelo de José Pazo, el patrón, que se hizo con las riendas en los años 80. Le acompañan en el día a día su mujer, Estrella Duro, y su hijo Javier, al que le gusta echar una mano pese a que ya se ha sacado las carreras de Física e Informática y está acabando un máster sobre ciberseguridad que para su disgusto le obligará a alejarse un poco del negocio familiar.

Abren cada mañana a las nueve y estiran la jornada hasta la medianoche. Casi como un ritual, antes de abrir las puertas, le dan un repaso rápido a los titulares de La Voz antes de que lleguen los primeros clientes: «Despois, olvídate», afirma Pazo, en referencia a la demanda que hay para leerlo en la barra o en las mesas. «Ás veces leno de dous en dous, comentando as noticias», relata. Pese a la diferencia generacional, a los tres les gusta el papel, «é outra cousa», dice Estrella haciendo un gesto que revela su preferencia por palpar las páginas, por más que haya pasado por unas cuantas manos.

En los registros consta que su suscripción a La Voz se remonta a abril de 1983, pero Pazo está convencido de que el periódico ya venía mucho antes, y recuerda que no lo traían los repartidores, sino que llegaba en el coche de línea. De hecho, una de sus múltiples líneas de negocio —lo mismo venden un sobre de sopa que material de ferretería— es la prensa, que tiene especial protagonismo los domingos.

Los tres se convierten en atentos lectores cuando hay menos trasiego de clientes. Y siempre se fijan en las noticias locales, aunque Pazo es cauto con las noticias relacionadas con O Pino, por si contienen algún aspecto negativo: «Se cadra, mellor que non saia moito».