Milagros, la «pementeira» de Herbón a la que dedican murales y vallas publicitarias

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

PADRÓN

Milagros González, frente a una de las vallas publicitarias de Aceites Abril que hay en Cacheiras (Teo).
Milagros González, frente a una de las vallas publicitarias de Aceites Abril que hay en Cacheiras (Teo). Sandra Alonso

La vecina de Padrón presta su imagen para los homenajes a gran formato que rinden dos marcas gallegas a los productores locales y protagonistas del Camino de Santiago

26 ago 2022 . Actualizado a las 08:50 h.

El rostro de Milagros González Refojo sale en vallas publicitarias de las cuatro provincias gallegas, así como en un gran mural pintado en una fachada del municipio en el que vive desde hace 40 años, Padrón. Ella representa a las pementeiras de Herbón, al esfuerzo y horas que dedican estas mujeres para ofrecer un producto muy especial que sigue existiendo gracias a que hay todavía gente dispuesta a apostar por la tierra y el trabajo en el medio rural. Milagros es, además, una de esas personas alegres y sonrientes que se apuntan a un bombardeo, por lo que accedió a prestar su imagen para los homenajes que rinden dos grandes marcas gallegas a los productores locales, a través de su figura.

Aceites Abril llevó su cara a siete vallas publicitarias instaladas en distintos concellos, junto con la de una pulpeira de O Carballiño (Pepita), una panadera de Cea (Isaura) y dos mariscadoras (Carmela, de O Grove; y Mónica, de Noia). Y Estrella Galicia la incluyó entre los protagonistas de la exposición de arte mural Las estrellas del Camino, como parte de las obras en fachadas de la ruta portuguesa que reflejan «historias de resistencia». Retratada por la artista Lula Goce, la presidenta del consello regulador de la denominación de origen y de la cooperativa A Pementeira dice ser capaz de distinguir los pimientos que pican de los que no de un solo vistazo y se siente orgullosa de poder mostrar a sus nietos el reconocimiento que le han hecho en la travesía de Iria a ella y, por extensión, a su profesión.

Cuenta esta mujer de 62 años nacida en Lestrove (Dodro) que se casó con 21 con su marido. «El é de Herbón, fillo de pementeira, e daquela non había moito traballo. Colleunos nunha época de crise, e a súa nai axudounos a montar un invernadoiro», recuerda. Tuvo que aprender desde cero, porque nunca antes había plantado un pimiento, «aínda que sempre me gustaron», apunta entre risas. Hace 14 años, el 4 de julo del 2008 —dice de memoria, sin hacer el más mínimo esfuerzo para recordar la fecha—, empezó la actividad de A Pementeira, una cooperativa formada principalmente por mujeres (ellas son 15 de sus 17 miembros), dedicada a la recogida de semillas, plantación, selección, embolsado y venta del pimiento de Herbón. Para Milagros, lo más bonito de su oficio es «cando ves saír o froito do teu traballo, alá por maio, despois de moitos meses de traballo, porque empezamos xa en outubro a facer os semilleiros», al igual que le gusta «dar a coñecer o noso produto e parte de relacións públicas», comenta divertida; y es que lleva 40 años llevando sus pimientos a muchas fruterías y comercios pequeños, «cada vez a menos, porque van cerrando», lamenta. Lo más duro, confiesa, «son os ataques de pulgón e as pragas que afectan á produción. As enfermidades van a máis ano tras ano e a menos os productos no mercado para atallalas».

«Que a xente se acorde de nós para facer unha homenaxe ás mulleres do rural e poñer en valor este traballo é unha marabilla. Ata agora, parece que estabamos arrinconadas e que non valiamos un duro, pero hai moitas mulleres detrás dun producto coma o pemento e é bo recordar á xente que eses alimentos que tanto lles gustan veñen da terra, do rural, non das cidades. E para que isto non acabe, e non se abandone o campo, teñen que apoiar aos produtores locais e deixar de consumir as cousas que veñen de fóra e non son de tempada», reivindica Milagros, la cara visible de un oficio digno de homenajes a gran escala. Ella rema a favor, ya sea posando para la foto, participando en una promoción para la Vuelta a España o en un programa de televisión; porque la visibilidad cuenta.