Ángel Lucas: «Iré dejando de ejercer la medicina poco a poco pero, mientras no me canse, seguiré»
PADRÓN
A sus 67 años, el facultativo disfruta de una jubilación activa y trabaja como sanitario en Pontecesures y en su consulta de Padrón
20 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Medicina general y de empresa; forensía; peritación; formación; pediatría y geriatría, sin contar Urgencias. En todos estos ámbitos trabajó el médico Ángel Lucas Lucas quien, con 67 años y después de más de 40 ejerciendo, disfruta (esa es la palabra) de una jubilación activa, de modo que es sanitario en el centro de salud de Pontecesures, además de atender su consulta privada en Padrón. Asimismo, es el coordinador de los servicios sanitarios de la empresa Cortizo.
Natural de Soria, Lucas, como lo conocen todos, llegó con una beca a la antigua Universidad Laboral de A Coruña para hacer el Bachiller Superior y de ahí pasó a la USC para estudiar Medicina.
Comenzó a ejercer en 1982 y su primer destino fue en Corcubión y Finisterre, además de Boiro, en servicios de Urgencias. Por elección, en ellos prácticamente desarrolló la mayor parte de su carrera médica, de modo que Lucas reconoce que «trabajé muchísimas noches», al atender servicios de Urgencias o lo que hoy son Puntos de Atención Continuada (PAC) en destinos de «prácticamente toda Galicia», cuenta.
Como forense, ejerció cuatro años en el área de Barbanza- Padrón y otros cuatro en la de Fonsagrada, además de uno en Carballo. Al poco de llegar a su primer destino de forensía se ocupó del levantamiento del cadáver de Ramón Sampedro, el tetrapléjico sonense que impulsó el derecho a una muerte digna, y aún hoy recuerda bien la expectación mediática que suscitó el caso. Como forense, además, asegura que «viví los momentos más complicados» de su carrera, sobre todo cuando se trató de suicidios o accidentes en la vía del tren, señala.
A finales de 1982 abrió su consulta privada en Padrón, a raíz de que su mujer abriera una guardería en la localidad. En Padrón se asentó y formó una familia con tres hijos. A nivel particular empezó a trabajar con pacientes de mutuas y compañías de seguros privadas, que daban cobertura sobre todo a funcionarios, recuerda, algo con lo que sigue en la actualidad. A raíz de ello hizo cursos de peritación médica y ejerció en este ámbito, lo que le llevó a entrar en la antigua Organización de Servicios Médicos de Empresa (OSME). Él hizo la especialización de doctor y desde 1988 está vinculado a la empresa Cortizo, durante un tiempo como contratado y en la actualidad como coordinador de los servicios sanitarios. También trabajó para Finsa o Grúas Estación, entre otras empresas.
No obstante, cuenta que lo que más le gusta de su profesión es la «parte asistencial a los pacientes, lo que hago ahora en el centro de salud de Pontecesures», donde cree que será su último destino. «Allí acabaré mis relaciones con el Sergas», revela el médico quien, después de más de 40 años de ejercicio, asegura rotundo que «me gusta mucho la medicina porque todos los días aprendes cosas nuevas, algunas agradables y otras no tantas. Lo iré dejando poco a poco pero, mientras no me canse, seguiré», afirma.
A Lucas le precede su fama para coser heridas y reconoce que lo sabe. «He cosido a mucha gente y gente que está de cara al público continuamente, incluso a hijos de compañeros de profesión que tienen esperado a que estuviera yo porque no querían que los tocase otro», relata.
Por su profesión, asegura que conoce a mucha gente y también tiene numerosas anécdotas, muchas relacionadas con errores de medicación. Pese a los años de ejercicio, dice que siempre hay algo que queda pendiente y, en su caso, sería haber hecho una especialización. Cuando no ejerce su profesión, disfruta de la música y de estar con la familia y los amigos. Y aunque no es natural de la capital del Sar, por dos veces fue distinguido por la Irmandade dos Fillos e Amigos de Padrón.