«El convento de Herbón es como una parte enraizada para los vecinos del lugar»

PADRÓN

PACO RODRÍGUEZ

El prior Francisco Honrubia cumple diez años en el cargo orgulloso de tener una comunicación fluida con la parroquia

27 ago 2025 . Actualizado a las 15:40 h.

Aunque su llegada al convento de Herbón, en Padrón, fue el 4 de diciembre del 2014, procedente de la comunidad de Santiago, el padre Francisco Honrubia Bonnin, de 78 años, considera que es en este 2025 cuando se cumple una década de su gestión como prior del monasterio padronés, del que se hizo cargo cuando llevaba un año cerrado. Por entonces, la Orden Franciscana solo mantenía el oficio religioso del fin de semana y el de la capilla de la Tercera Orden de los Seglares, situada en la villa. Diez años después, el prior ofrece una «valoración muy positiva por todo lo que se hizo» y, especialmente, está orgulloso de haber recuperado la comunicación con los vecinos de la parroquia. «El convento es para ellos como una parte enraizada y la comunicación con los vecinos es fluida», asegura el prior. Así, destaca que las actividades en el lugar han ido a más y que ello no sería posible sin la colaboración de los vecinos e incluso familiares, «siempre dispuestos a ayudar para organizarlas», agradece. Como ejemplo pone al guía de las visitas a la iglesia y a otros espacios del convento, un exalumno del seminario franciscano, Juan Martínez. Actualmente, en el monasterio, que fue declarado Bien de Interese Cultural (BIC) en el 2013, hay una comunidad estable de tres frailes y, bajo la administración de Francisco Honrubia, el espacio recuperó vida, empezando por los campamentos juveniles del verano o las visitas turísticas a distintos espacios interiores y exteriores, que se suman a la actividad del albergue de peregrinos, gestionado en una parte del monasterio por la Asociación Gallega de Amigos del Camino de Santiago (AGACS), sin contar otras citas culturales que acoge la iglesia, más allá de la celebración religiosa de San Antonio (13 de junio) y San Benito (11 de julio). A la par que se fue dinamizando la vida del convento, el prior señala también que se ha trabajado en la mejora de espacios y, entre ellos, destaca la rehabilitación del claustro, la parte más antigua del monasterio, gracias a una subvención de la Consellería de Cultura. «Estaba en muy malas condiciones», apunta el prior, que recuerda que en la planta alta del claustro se abrió un museo. El salón de actos, las habitaciones, baños, comedor y cocina del antiguo seminario son otras estancias que se mejoraron y actualmente está en obras una capilla interior del recinto. Pero el convento sigue teniendo necesidades y el prior apunta a dos urgentes: el campanario de la iglesia y el tejado de todo el monasterio. Esto último son «palabras mayores», asegura el padre Honrubia en alusión al coste de la obra, para la que ya ha encargado un estudio técnico. «Me moriría contento si viera estas obras realizadas», señala. Con respecto a su trabajo en Herbón, lo resume de la siguiente manera: «Cuando uno está contento en un sitio, las cosas van bien y pienso que así está pasando aquí».