La casa de sus abuelos de Rois se caía, y hoy está llena de vida gracias a sus fogones y al porco celta

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

ROIS

Sandra Alonso

Manuel Pérez y su mujer, Ana María Tomé, regentan en Rois la vivienda rural Fogar do Selmo y el cocido es la estrella de su carta

28 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

1El recuerdo de su infancia y el cariño que recibió de sus abuelos fueron el motor que impulsó a Manuel Pérez Lois a restaurar la casa de labranza de su familia, situada en un enclave privilegiado de Rois, a doce minutos de Santiago y a otros tantos de la ría de Noia. Esta vivienda, cargada de recuerdos de sus ancestros, estuvo deshabitada durante casi cuatro décadas y hace 17 años la rehabilitó como la casa rural Fogar do Selmo, que inicialmente funcionaba como alojamiento con servicio de desayunos y que tras un giro de timón en la vida de Manuel se convirtió en un lugar de culto para disfrutar del cocido y muchos platos más. Esto sucedió cuando optó por centrar su vida profesional en el negocio familiar y se percató de que solo con alojamientos no generaba ingresos suficientes. Y así nació el restaurante. El pasado como casa de labranza y la cultura que mamó de sus abuelos está en cada pota de cocido, ya que en el terreno vinculado al Fogar do Selmo se cultivan los grelos de este plato, en el que el porco celta es su seña de identidad, una raza que también crece en terrenos de la casa bajo la atenta mirada de Manuel, que se encarga del despiece de los animales, que para eso fue carnicero durante 15 años. Manuel Pérez aportó el legado familiar, pero para restaurar la casa, a la que se le había caído el tejado, necesitó todos los apoyos posibles. Y ahí estaba el otro 50 % del proyecto, su mujer, Ana María Tomé, que compartió la apuesta de rehabilitar el inmueble, asumiendo ella el peso de la gestión mientras el negocio se dedicaba exclusivamente en dar alojamiento y desayunos para las diez habitaciones de la casa. En Rois también tienen aves de la raza Galo de Mos, por lo que el único ingrediente del cocido que no sale de las tierras de Fogar do Selmo es la vaca de raza cachena, que le suministra un ganadero de Negreira, concello de origen de su pareja y cuya explotación apenas dista diez kilómetros de Rois. La capacidad productiva de Fogar do Selmo es vital para mantener el alma del negocio y su rentabilidad. Así lo reconoce Manuel, que ha conseguido tener en casa, salvo el marisco, casi todo que sirven en la mesa del restaurante, para el que se necesita reserva, y al mismo tiempo no depender tanto de los precios del mercado ni de la disponibilidad de unos productos tan exclusivos. Pero todo esto también es posible, reconoce, gracias a gente que trabaja con ellos, aunque ahora busca personal para la casa rural.