Abren unas cabañas turísticas en Touro y un tuit de su hija hace que se disparen las reservas

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Un negocio que despegó en Touro en el peor momento de la crisis

Javier Álvarez se embarcó a sus 61 años en un nuevo negocio con su familia y la acogida «no la esperaba ni en mis mejores sueños», dice

06 ago 2020 . Actualizado a las 00:33 h.

No llevan ni dos semanas en marcha. Abrieron un campamento turístico en el peor momento de todos, con una pandemia de por medio frenando los planes vacacionales de medio mundo. Sin embargo, las Cabanas da Ulla están al completo noche sí y noche también. Todo, gracias a un tuit. «La responsable del éxito es mi hija Susana, porque fue ella la que lanzó esto en redes sociales, algo de lo que yo estoy bastante alejado a mis 61 años», afirma Francisco Javier Álvarez. Explica que, tras dos años de esfuerzo y mucha ilusión invertidos en el nuevo negocio familiar, temía que no hubiese reservas. Pero lo cierto es que la acogida fue inmejorable. «No la esperaba ni en mis mejores sueños», asegura el empresario. Aunque nació en Santiago, tenía unas propiedades heredadas en Touro por parte materna y trató de sacarles partido como explotación forestal, pero no funcionó. «Yo de profesión soy economista y trabajé como asesor de empresas desde el año 86. La verdad es que siempre tuve el gusanillo de intentar algo distinto en mi vida laboral, algo más productivo y tangible. Tenía estas fincas, en Dioño, que conservaban árboles centenarios, frondosas, abedules, robles... Estaba cansado de cuidarlas sin ningún beneficio, más bien con un lastre económico, y me parecieron idóneas para crear algo en torno al turismo de naturaleza», relata.

Una convocatoria del Igape para actividades no agrícolas en el medio rural terminó de darle el impulso que necesitaba y, tras tocar muchas puertas, acabó encontrando respaldo financiero en una banca ética. Con 42.000 metros cuadrados de terreno construyó, para empezar, tres pintorescas cabañas de madera, zona de acampada con piscina y una edificación con los servicios centrales (recepción, cafetería, comedor, baños y duchas públicas...). La idea inicial era otra, admite, «pero hemos empezado solo con las cabañas, peladas. Preferimos ser prudentes en un momento como este». Habla en plural, porque su pareja Tita Fraga y su hija Susana (opositora graduada en Derecho que, por cierto, ha tenido que cerrar su perfil público de Twitter ante la avalancha de mensajes) son parte de la sociedad y las primeras implicadas en todo el proceso. Con un enfoque sostenible, pet friendly y con servicios adaptados a personas con movilidad reducida, su público mayoritario están siendo «las parejas, con hijos o perros». «Este mes han venido, sobre todo, de Galicia pero también de Madrid y Cataluña. Y esta mal que yo lo diga, pero recibimos muchas felicitaciones», reconoce el empresario.

ANA GARCIA

El «Resistirei» de Tordoia llega a la tele

Susana Cancela fue la responsable de que Resistirei, la versión adaptada al gallego que parió su madre del tema del Dúo Dinámico convertido en himno del confinamiento, se compartiera cientos de veces hasta hacerse viral. Pues sepan que la protagonista, Julia Vázquez, pandereteira de Anxeriz (Tordoia) para más señas, ha conseguido que el tema llegue a la televisión.

Lo interpretó para un capítulo especial del programa Inimitables que emitirá este mes la TVG, en el que participan otros grandes músicos gallegos. También se mostrará el retrato hecho sobre un gran lienzo durante la grabación por Yoseba MP (autor de las superabuelas) de Julia y Luz Divina Vázquez, su amiga y cómplice de foliadas.

Juegos tradicionales

Son los nuevos millennials, una generación que ha crecido entre pantallas y para la que Tik Tok es un referente de entretenimiento. Pero, por mucha distancia que parezca que separa a los niños de ahora de sus abuelos, se divierten tanto como lo hacían ellos con la rayuela, las canicas, las carreras de chapas, los zancos, el lanzamiento de anillas, la petanca o poniendo a prueba su puntería con la rana. Así lo demostraron los 90 menores de entre 3 y 14 años inscritos en el Campus Sar en la semana temática del campamento santiagués sobre juegos tradicionales. Sirvieron como enlace generacional, en este caso, sus monitores (Carlos, Camila, Javi, María, Dani F., Julio, Dani R., Pablo, David, Simón y Manel), un equipo que tanto organiza una carrera de sacos como refresca a los pequeños en un tobogán acuático improvisado con un plástico, una manguera y jabón.