El PSOE de Santiago confirma su divorcio en Raxoi

r. martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Gonzalo Muíños y Mercedes Rosón, abajo, en primer término, en sus nuevas ubicaciones, junto con Mila Castro y Marta Álvarez (detrás de ellos) tras su salida del grupo socialista, en el pleno de esta mañana
Gonzalo Muíños y Mercedes Rosón, abajo, en primer término, en sus nuevas ubicaciones, junto con Mila Castro y Marta Álvarez (detrás de ellos) tras su salida del grupo socialista, en el pleno de esta mañana sandra alonso

Los socialistas se quedan con solo dos ediles, un tercio de los que le concedieron las urnas, mientras Muíños acusa al gobierno y a su exformación de ser «máis de partido que de Santiago». «Nós somos máis de Santiago que de partido», dijo

16 may 2025 . Actualizado a las 12:27 h.

Gonzalo Muíños, Mercedes Rosón, Mila Castro y Marta Álvarez, hasta ayer concejales socialistas, se han quedado fuera del grupo que representa al PSOE en el Ayuntamiento. Aunque para la formación que lidera Pedro Sánchez ya no formaban parte de sus siglas desde febrero, cuando su ejecutiva federal decidió la expulsión de los cuatro, a efectos municipales seguían siendo miembros de su grupo político. Y así fue hasta pasadas las nueve de la mañana de este viernes, en que se dio cuenta al pleno de la corporación del informe en que el secretario municipal avala que el procedimiento seguido por el partido se ajustaba a su normativa estatutaria.

Ese informe avalaba que se cumplían las condiciones para que los cuatro pasasen a la condición de concejales no adscritos. Y esa circunstancia es la que decidió su desvinculación del PSOE. Esa y el hecho de dar cuenta de ella al pleno. Esa comunicación es la que ha conferido oficialidad al divorcio en el seno del grupo socialista. La corporación no tuvo ni que pronunciarse. No era su competencia, solo la de darse por enterada, para que la escisión decidida por el propio partido fuese efectiva.

En la sesión de hoy, el que hasta ahora era portavoz socialista, Gonzalo Muíños, ha mostrado su malestar y de sus compañeros ante la celebración de este pleno sin que la justicia se pronunciase sobre las medidas cautelares que solicitaron contra su expulsión del partido, ratificada por la Comisión Federal de Ética y Garantías del PSOE. Ha asegurado que, con esta decisión, se produce un «quebranto da tutela xudicial efectiva» y de los derechos de los ediles. Muíños considera que la decisión adoptada este viernes «é moi difícil de xustificar ante a ciudadanía» porque únicamente sigue las directrices del líder del PSOE provincial de A Coruña, Bernardo Fernández, que hace unos meses reconoció «que le importaba un huevo quedarse sin grupo municipal» en la capital gallega. El único objetivo de los cargos socialistas que ahora encabezan la agrupación local y provincial es, según el concejal no adscrito, «borrar os nosos nomes do PSOE, ao que servimos durante moitos anos con lealdade». «Son vostedes máis partido que Santiago, pero nós, está claro, somos máis de Santiago que de partido», dijo para terminar. 

La escisión ha dejado al PSOE con tan solo dos concejales, Sindo Guinarte y Marta Abal, que inicialmente se mantuvieron unidos con sus ahora ya excompañeros en el pulso que echaron hace un año a la ejecutiva local por la votación de la ordenanza de las viviendas de uso turístico, pero que acabaron volviendo a la disciplina de partido. Guinarte será en adelante el portavoz del grupo, que se ha quedado con un tercio de los representantes que le otorgaron las urnas en el 2023. Tras la intervención de Muíños Guinarte ha expuesto que en este pleno extraordinario lo único que se ha hecho es «cumplir as normas, nada máis»

La ruptura oficial del grupo no se ha limitado a la formalidad de la desconexión de los cuatro díscolos de las siglas del PSOE. También se ha evidenciado en el reparto de escaños, que ha mudado. El reglamento orgánico del pleno dice que los concejales no adscritos se sentarán separados del grupo político municipal de procedencia. Eso obligó a redistribuir a los miembros del gobierno, pues la bancada que ocupa el PP está ya completa con sus once concejales.

Pero la corporación deberá adecuar ahora su organización y funcionamiento a la nueva situación también en otros aspectos. Los socialistas, que pasan de seis a dos concejales, tenían hasta ahora tres dedicaciones exclusivas y cuatro plazas de personal de confianza, una situación que tendrá que revisar el pleno.

En cuanto a los no adscritos, su pase a esa condición los deja sin dedicaciones exclusivas y sus emolumentos (Muíños, Rosón y Castro tenían dedicaciones totales o parciales) y sin la posibilidad de constituirse en grupo político, lo que les cierra las puertas a participar en 25 entidades, organismos y consejos municipales. Tampoco tendrán derecho a disponer de un local en el Ayuntamiento.

Tras la ruptura del grupo del PSOE, el pleno decidió la nueva composición de las comisiones informativas y varias permanentes y especiales, de las que formarán parte los cuatro concejales ahora no adscritos, y con voto ponderado en función de la composición de cada grupo. Este punto dio pie a Gonzalo Muíños, hasta esta mañana portavoz socialista, a cuestionar que el gobierno aceptase la salida de los cuatro concejales del grupo socialista sin esperar a que la Justicia se haya pronunciado sobre las medidas cautelares solicitadas por los no adscritos precisamente contra su expulsión del grupo socialista.

Muíños se preguntó, además, qué pesa más en al representación de la ciudadanía, si los partidos o los representantes electos. «Por prudencia deberían ter agardado a que a xustiza se pronuncie», porque «se me apuran, pode ser unha intromisión e un quebranto da nosa tutela xudicial», concluyó el ahora concejal no adscrito.

Muíños abrió su intervención indicando que «é difícil xustificar ante a cidadanía o que hoxe está ocorrendo aquí» y situó su origen en la declaración del secretario provincial del partido cuando «dixo hai meses que lle importaba un huevo quedar sen grupo municipal en Santiago», pero «agardaremos a ver o que di a Xustiza». 

Expulsados de 25 entidades y órganos representativos municipales, el exportavoz se preguntó «en que lugar quedan despois destas decisións as regras da democracia representantiva». «Non supón unha fraude que as decisions que alteran a representación deste concello as tomen un órgano do partido en vez dos representantes dos veciños?», se planteó Muíños, quien cuestionó que «parece que para ser integrante do Consello de Relacións Veciñais é máis importante ser do PSOE que ser representante institucional do concello de Santiago».

Y prosiguió, en la defensa del mantenimiento de los nos adscritos en todos los órganos municipales: «Se a acta de concelleiro é individual e o mandato represantativo tamén, como pode ser que ese mandato representativo se nos limite a nós os catro porque nos expulsan inxustamente dun partido político?», dijo el ya exportavoz socialista, que acusó a la alcaldesa y al resto de la corporación de actuar «como delegados  dun estado de partidos». «Pouco lles importa o que dixeran os veciños: son vostedes máis de partido que de Santiago; nós, está claro, somos máis de Santiago que de partido», concluyó.