A Rula redescubrió una estación junto al Castro Lupario identificada en el 2001
30 ago 2022 . Actualizado a las 19:00 h.El patrimonio rupestre del área compostelana sigue creciendo gracias a descubrimientos de distinto signo, uno en la zona de O Faramello, en el municipio de Rois, y otro en Os Mallos, en Teo. El hallazgo de Rois supone, en realidad, el redescubrimiento de una estación que ya estaba identificada pero de la que se había perdido su ubicación exacta, ya que forma parte de la inédita tesis doctoral del investigador Jorge Guitián, redactada en el año 2001. El propio Guitián informó recientemente de sus averiguaciones al colectivo A Rula, que enseguida inició la búsqueda de los dos petroglifos que estaban documentados. De momento encontraron uno tras dos intensivas jornadas de trabajo sobre el terreno. En la misma tarea estaba enfrascado el Concello de Rois y el vecindario de Angueira para documentar la importancia patrimonial de la zona para argumentar así su rechazo al proyecto de red de alta tensión que está en trámite. Sabedores de su interés, los acompañaron al lugar exacto. El petroglifo está a ras de suelo al pie de ladera sur del Castro Lupario, a unos quince metros del camino a la aldea de Angueira de Castro. La piedra ha sufrido el impacto de los incendios pero, detalla A Rula, «conserva varios motivos, unha combinación de círculos concéntricos e unha pequena inscrición». Añade el colectivo que «os círculos concéntricos propios da Arte Atlántica alertan da importancia deste enclave desde tempos remotos».
En el caso del petroglifo de Teo, localizado en la zona de Os Mallos, se trata de una estación de la que hasta ahora no se tenía constancia, pese a que se encuentra muy cerca de otras manifestaciones rupestres descubiertas hace noventa años. Fue localizado en el lugar conocido como Paraxe da Costa o Castelo da Costa, a menos de cien metros del río Ulla y a sesenta del denominado petroglifo do Pouso, localizado por Manuel Campos, un vecino de Mallos en el año 2016.
El hallazgo de A Rula se produjo meses atrás durante una visita a la zona, y dado que en el entorno más cercano ya están catalogadas dos estaciones más, la recién incorporada recibe el nombre de Mallos 3 y no es descartable que su origen sea el mismo. A Rula destaca de su superficie, de 2,65 metros por dos, la abundancia de elementos como «coviñas, cazoletas, formas reticuladas, rebaixes ovalados e cuadrangulares illados ou unidos por canles que forman un panel de grande plasticidade». A Rula notificó su descubrimiento a la empresa que está trabajando en el proyecto de Compostela Rupestre, promovido por la Diputación y los concellos de Ames, Brión, Teo, Santiago y Val do Dubra.