El piloto que cambió el cielo por la tierra comparte ahora sus huertas en Teo para divulgar su pasión

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

TEO

El productor Santi Pemán pondrá en marcha este año un nuevo proyecto en Agro dos Montes, Teo. «Cuando empecé en La Finca de los Cuervos la gente pensaba que era el loco de la colina. Aquello me fue bien, la verdad. Ahora voy a ser el loco que alquila parcelas», comenta entre risas este vecino de la parroquia de Oza de 45 años.
El productor Santi Pemán pondrá en marcha este año un nuevo proyecto en Agro dos Montes, Teo. «Cuando empecé en La Finca de los Cuervos la gente pensaba que era el loco de la colina. Aquello me fue bien, la verdad. Ahora voy a ser el loco que alquila parcelas», comenta entre risas este vecino de la parroquia de Oza de 45 años. XOÁN A. SOLER

Santiago Pérez lanza en Agro dos Montes un proyecto inspirado en su hija y alquilará terrenos listos para cultivar con formación gratuita

17 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En su día, Santiago Pérez (más conocido como Santi Pemán) fue piloto comercial. Por turbulencias de la vida, un ERE lo alejó de las alturas y acabó encontrando su gran pasión a pie de tierra, con las manos hundidas en ella. Se apasionó por la agricultura ecológica especializada en microcultivos y hoy es conocido por vender sus productos, desde hace 15 años, a restaurantes de alta gastronomía. Al frente de La Finca de los Cuervos, en el concello de Teo, a este hombre inquieto lo inspiró una charla con su hija para poner en marcha un nuevo proyecto, con el que busca ahora «democratizar» una actividad que a él le hace feliz.

«Hace un tiempo puse una parcela pequeña en la finca con productos para nuestra casa, sin cosas raras como las que puedo cultivar para la hostelería: cebolla, lechuga... lo típico. Hará un mes y medio estaba allí con Lúa, que va a cumplir 6 años, y me preguntó con toda la inocencia y curiosidad de una niña: ‘Papá, esto mola mucho... ¿por qué la gente va al súper y no viene aquí a por sus verduras?'. Ese fue el germen y el motor de este proyecto, que en su honor se llama Las huertas de Lúa», cuenta Santi. Ahora está acondicionando los terrenos que a partir del próximo mes pondrá en alquiler para que «cualquiera pueda tener una parcela que le sirva de despensa, ya vallada y lista para cultivar, y poder disfrutar del proceso en un entorno natural como este, al aire libre. Tendrán acceso desde el amanecer al atardecer, todos los días del año; y un lugar común para guardar sus herramientas, además de un área de recreo con mesas por si les apetece comer o merendar en nuestras instalaciones». Dentro del precio se incluyen los primeros abonos, el suministro de agua y los materiales de trabajo (sachos, rastrillos, carretillas...), además de asesoramiento continuado.

Él no quería arrendar una propiedad y desentenderse de lo que pasase en ella, sino compartir conocimiento, por eso dará un curso básico de agricultura para aprender a organizar la huerta y empezar a trabajar en ella. «Y, según vaya avanzando la producción, les iremos dando tips. No los dejaremos solos porque lo interesante es resolver juntos los contratiempos y que vean los resultados», añade este santiagués de 45 años —afincado en Teo desde pequeño—. Las plantas y semillas puede ponerlas los horticultores en régimen de arrendamiento, o comprárselas directamente a Santi, quien recuerda que toda huerta exige una dedicación mínima semanal. Eso sí, si surge un viaje o por otro motivo uno no puede atenderla, «tenemos un servicio para cuidarles los cultivos cuando no estén», aclara.

¿Y qué respuesta se ha encontrado? «Ya se interesaron una docena y media de personas, sobre todo de este o de concellos vecinos, como Santiago y Ames. Hay mucha gente mayor, a la que le interesa esta actividad y dispone de tiempo libre; aunque tenemos distintas parcelas en alquiler en función de las necesidades. Las hay de regadío y de secano, dependiendo de los vegetales que quieras cosechar, y de distintos tamaños. Por ejemplo, una de secano para una persona, de 30 m2, donde plantar patatas, batata, guisantes o maíz... productos que crecen sin un sistema de riego, sale a 39 euros al mes. Y una de regadío de las mismas características, 59. También ofrecemos parcelas de regadío en un invernadero a partir de los 40 m2, pensadas para el consumo de 2 o 3 personas, desde 99 euros al mes», responde Santi. 

«Lo hemos pensado todo para que con tu huerta puedas alimentarte mejor y aprender una actividad en familia o en equipo, en el caso de que la quieras para suministrar materias primas a tu restaurante», añade un horticultor que ha comprobado en primera persona cómo el trabajo en una huerta, «sin prisa, reduce el estrés y mejora la salud mental y física». Esto, complementado con una dieta sana, con ingredientes producidos de forma sostenible y de kilómetro 0, es su mantra vital y confía en que es la fórmula para mejorar la calidad de vida de muchos otros.