Los robos han alterado la vida diaria y las actividades en la parroquia de San Xián de Sales, en Vedra
08 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Pocas cosas generan tanto desasosiego como que roben tu casa o lo hagan casi delante de tus narices, sobre todo si se repite en el tiempo y a plena luz del día. Esta experiencia colectiva se vivió hace apenas un mes en la parroquia de San Xián de Sales (Vedra) cuando la misa del domingo aún no había terminado y se activó a la alarma de la cercana Casa da Cutura da Cruxa, propiedad del Concello.
«Outra vez» fue la frase que sonó en la mente de esta comunidad que en octubre del 2023 también sufrió las consecuencias de que alguien arrancase de cuajo las puertas y ventanas metálicas de este remodelado y bien cuidado edificio municipal, que lo mismo acoge actividades del Concello, sirve como espacio de reuniones vecinales y ensayos de música y baile o se convierte en una instalación para celebrar un cumpleaños o una comida familiar de esas que necesitan un comedor que ya ninguna casa tiene.
«O roubo foi en pleno día, con moitos veciños na misa e o mesmiño que foron á casa da cultura puideron entrar na miña», señala un vecino de San Xián de Sales, especialmente preocupado, sobre todo porque otro vedrense que vive cerca del edificio asaltado vio ese domingo a alguien que intentaba entrar en el anexo de una casa y al no poder hacerlo se fue en dirección a la Casa da Cultura da Cruxa, pero este vecino, tras seguirlo, no se imaginó que pudiesen robarla de nuevo.
A Santiago Neira, presidente de la asociación Unión y Progreso de San Xián de Sales, no se le olvida «que o 29 de outubro do 2023 entraron na Casa da Cultura e daquela levaron nove portas e doce ventás. Neste último roubo a alarma saltou cando os veciños estaban na misa e levaron nuns minutos oito portas e doce ventás». Y aunque el seguro cubre estos gastos, Neira señala que al malestar y preocupación por este tipo de robos se suman los problemas que genera en la parroquia, con una intensa actividad cultural, quede inutilizada. «Agora estamos sen a casa da cultura. Para que repoñan as portas e as ventás vai pasar tempo, porque as empresas teñen moito traballo e non dan feito. A ultima vez o arranxo custou oito mil euros e tardaron tres meses, e desta vai pasar algo similar», explica apesadumbrado.
En su caso, la asociación, que tiene doscientos miembros, dispone de un local propio, pero no es muy grande. «Os grupos de baile e de música tradicional non teñen onde ensaiar. Agora están utilizando o noso local pero non ten capacidade para acoller a tanta xente e iso crea un problema importante», se lamenta, sobre todo en estos momentos, con el domingo de Piñata a la vuelta de la esquina, una fecha emblemática en la parroquia y en todo Vedra por la celebración del Entroido da Ulla, que requiere muchos ensayos y espacios para ello.
El vecindario confía en que la investigación dé sus frutos porque creen que el vehículo está identificado. También esperan que se tomen medidas, pero sin olvidar «que por aquí ven moita xente honrada que busca chatarra para dar de comer aos seus fillos pero non a rouba».