¿Es difícil conocer gente en Santiago? Crece el fenómeno de las quedadas oficiales para encontrar amigos

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Imagen de una de las quedadas del grupo Coleguiñas
Imagen de una de las quedadas del grupo Coleguiñas Cedida

Grupos como el de Coleguiñas, creado para promover eventos y entrar en contacto con gente nueva, no dejan de sumar seguidores en Compostela. Entre los fieles hay gente de 20 a 70 años

31 mar 2023 . Actualizado a las 23:27 h.

Juan Camilo Méndez se crio desde los 13 años en Santiago, localidad que dejó para continuar estudios en Madrid, donde le coincidió la pandemia. A su vuelta a Compostela, ya con casi 30 años, sus amigos de la infancia, o bien tenían niños o hacían vida en pareja, algo que a él le supuso un cortapisas en su intento de volver a socializar. «Fue ahí cuando conocí la iniciativa de Coleguiñas, puesta en marcha en el 2018 por Julia, una vecina de Santiago que, por un revés personal, se vio también sola y quiso conocer gente. Ahí estaba ya en auge Meetup, una aplicación móvil que facilita localizar y asistir a actividades en grupo. Promovió uno para Santiago y rápidamente ya se empezó a sumar más y más gente», recuerda Juan Camilo sobre los orígenes de una idea que en poco tiempo dio el salto a WhatsApp. «En ese momento el límite de participantes en sus grupos era aún de 256 y rápidamente se alcanzó esa cifra», añade Juan Camilo.

«Mucha de la gente que se unía era porque acababa de llegar a Compostela y buscaba conocer amistades. También había otros usuarios que necesitaban socializar para superar una situación personal o que, simplemente, perseguían planes alternativos. La timidez y, ya tras la pandemia, las ansias de salir, fueron otros de los motivos que ayudaron a que esta iniciativa no dejase de crecer», reflexiona, aclarando que tras el covid, él se convirtió en dinamizador de Coleguiñas en las redes sociales, tanto en Facebook como en Instagram. «Por ahí nos damos a conocer, pero lo mejor para organizarnos sigue siendo WhatsApp, ahora que no hay límite en los grupos», resalta con empuje. «Yo soy en parte el que me encargo de organizar los eventos», añade, aclarándolos.

«Cada dos semanas solemos hacer una quedada oficial los viernes en algún bar. Un punto de reunión para nosotros es el Ávalon, en Casas Reais, el antiguo pub Ultramarinos. Los cuatro amigos que lo pusieron en marcha a finales del 2021 se conocieron en Coleguiñas», confiesa con satisfacción. «En ese local también promovimos partidas de Trivial», desliza siempre con ánimo. «Con la llegada de la primavera y el buen tiempo ponemos en marcha desde el grupo más actividades al aire libre, como concursos de tortillas o paella en un parque; quedadas para ir a hacer paintball o para pasar un fin de semana en una casa rural; e, incluso, nos ponemos de acuerdo para asistir a conciertos, como a O Son do Camiño o al Resurrection fest», indica sin descanso. «Algo que nunca falla son los encuentros de intercambios de idiomas. A la gente le anima quedar para practicarlos», destaca, poniendo el foco en la ausencia de cualquier limitación en el grupo.

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«Una pregunta muy repetida entre los todos los nos piden unirse es la edad. Siempre aclaramos que en las quedadas que hacemos se junta tanto gente de veinte años como hasta de 70. Hay una participante, de las más veteranas, a la que le costaba salir de casa tras la muerte de su marido. Comenzó a quedar con nosotros y ahora es la primera que llega a los eventos y la última que se va. Nos admira su energía», resalta ilusionado. 

«Otra duda que a veces se plantea es la de si este grupo se planteó para encontrar pareja, y no es así. Se trata de conocer amistades. Es innegable que de él salió alguna, pero ese no es el fin», asegura, sin negar que una de las actividades de mayor éxito juega y bromea con eso. «Organizamos en Ávalon unas Speed dating, o citas rápidas, unos eventos que cogieron fama al ayudar a conocer a una posible pareja en tu ciudad. Nosotros cogemos esa fórmula, pero la adaptamos para buscar amigos. Todos los participantes deben hablar con el resto durante cinco minutos. Luego deben decantarse por tres, y si alguno de los que lo seleccionó también lo escogió a él, les damos un detallito de broma. Lo fundamental es que todo el grupo se quede tomando algo junto en el bar», aclara con orgullo, sin restar importancia a un fenómeno —el de quedar para conocer gente— que no deja de crecer. 

«A partir de nuestro grupo nacieron otros, ya independientes, como Coleguiñas Milladoiro o Coleguiñas Rias Baixas, en el que también se hacen eventos en furanchos. En Compostela hay otras tres cuentas más que favorecen conocer amistades», precisa, sin dejar de pensar en clave local. «Yo creo que en Santiago, al ser una localidad pequeña, es relativamente fácil conocer gente. Aún así, si eres un recién llegado o por circunstancias personales te cuesta más interactuar con otros, se puede llegar a hacer también complicado. Lo importante de estas quedadas es que te ríes; siempre ayudan a pasarlo bien. Muchos de mis amigos han salido de esos encuentros», expone convencido.

«Nosotros estamos centrados en Compostela y comarca, pero a los encuentros también ha venido gente de A Coruña o Vigo, que ya nos preguntan por grupos en su ciudad», concluye.