La advertencia de los psicólogos de Santiago: «Vivir en piloto automático nos está pasando factura»

VIVIR SANTIAGO

Sandra Alonso

La baja autoestima, las inseguridades personales y la adaptación a circunstancias concretas de la vida son algunos de los motivos que más llevan a los compostelanos a terapia

22 oct 2023 . Actualizado a las 23:37 h.

En una sociedad en la que se hace complicado pararse y analizar qué pasa a nuestro alrededor es normal perderse muchas cosas. La actualidad es frenética, con conflictos aterradores por doquier, pero si bien es grave no estar al tanto de las noticias más importantes que suceden a nuestro alrededor, más lo es todavía no darse cuenta de los problemas que cada uno de nosotros llevamos dentro, de nuestra salud mental. En Santiago de Compostela, como en tantos otros lugares, «vivir en piloto automático nos está pasando factura», como dice la psicóloga Ana Sabucedo, que ejerce en la ciudad.

Ella es una de los tres psicólogos que se plantean analizar la realidad de la salud mental en Compostela, acompañada de Anxo Blanco Villaverde y Xoán Rodríguez, que también ejerce en O Milladoiro (Ames). De sus conclusiones, a simple vista, se puede extraer que los problemas más recurrentes entre quienes residen en la capital de Galicia son la baja autoestima, las inseguridades personales y la adaptación a circunstancias concretas de la vida.

«En xeral, os cadros que se me presentan na consulta son dispares, pero creo que podemos agrupalos baixo a etiqueta de problemas relacionados coestado de ánimo», señala Anxo Blanco Villaverde, cuyas instalaciones se encuentran en la rúa de San Pedro de Mezonzo. Profundiza el psicólogo apuntando que dentro de las personas que vienen preocupadas por su estado de ánimo «hai un perfil habitual, aquel que está illado das suas propias emocións, que evita o enfado ou a tristeza no canto de revertila ou cando menos naturalizala».

Dentro de los perfiles más habituales de pacientes, todos concuerdan en que las personas más jóvenes son aquellas que más visitan las consultas. Xoán Rodríguez aporta un detalle importante en este sentido: «Temos claro que hai xente que non se pode permitir unha terapia, xente que sen dúbida a precisaría, pois o nivel económico dunha persoa xa é un factor de risco en si mesmo». La sanidad pública debería jugar su papel  en este caso, pero los propios profesionales que trabajan en el Sergas afirman que el número de profesionales no llega siquiera a la mitad de los recomendados y en algunas áreas hay que esperar nueve meses entre consulta y consulta.

Desde el punto de vista de Ana Sabucedo, que pasa consulta en las inmediaciones de la Alameda, «es muy agradable para el psicólogo observar como llegan pacientes con un perfil muy consciente en muchos aspectos, pues el hecho de que la terapia se acerque a la población está permitiendo que vengan a visitarnos con una sintomatología más leve, lo que evidentemente pronostica un tratamiento más eficaz y más breve en el tiempo».

«En el perfil de paciente moderno —prosigue Sabucedo, para ampliar ahora el foco sobre este asunto— entra tu vecina que desde que se han independizado sus hijos está más triste y le faltan ilusiones propias, el chico de la parada del autobús que aparta la mirada con vergüenza cuando te saluda, tu amiga que repite patrones en sus relaciones sentimentales, o tu jefe que está pasando por una crisis de pareja». Justamente en este sentido, Sabucedo encuentra un repunte de los matrimonios que están acudiendo en conjunto a su consulta.

Una de las preguntas más comunes de la gente sobre la psicología es saber lo que le pasa cuando un problema no logra identificarse de manera concreta, cuando existe un malestar, pero no se sabe de dónde viene. Según la experta, «una buena manera de comenzar a responder a la cuestión puede ser recuperar los momentos para hablar con uno mismo, hacer como un autochequeo, algo para lo que quedan muy pocos momentos dentro de la sociedad actual, tan impulsiva, frenética incluso». La psicóloga concluye diciendo que ella suele recomendar esta autoreflexión mientras se realizan acciones tan cotidianas como una ducha o un viaje en coche o transporte público.

¿Cómo saber que se requiere atención psicológica?

Muchas personas pueden estar planteándoselo, pero a veces dar el paso para visitar una consulta se hace complicado. Es un estigma que, por supuesto, está cayendo por su propio peso, pero todavía se ven casos. Más complicado es dar con el indicador interno, aquel que nos confirma que se necesita ayuda. «Para min, a gran clave que debe inclinar a balanza é a maneira na que os nosos sentimentos nos están á afectar á vida cotiá, pois se o problema emocional afecta á parella ou ao traballo, por dicir algo, deben saltar as alarmas», aporta Xoán Rodríguez a la cuestión.

Va muy en la línea de lo que señala Ana Sabucedo, quien afirma que el momento llega «cuando sientes que ha desbordado el vaso, que lo que antes sabías manejar con las cosas que a ti te hacen sentir bien, ahora no te funcionan… Cuando a pesar de hacer cambios, las cosas no van bien, no te sientes coherente entre lo que sientes y lo que haces, o cuando notas alguna sintomatología que te está limitando en tu día a día».

Según el criterio de Anxo Blanco, se debe añadir la variable de la persistencia de las emociones. Argumenta el terapeuta que es normal sentirse mal cuando nos sucede algo malo, «como un falecemento dalgún ser querido, unha ruptura sentimental ou un despido laboral». El problema empieza cuando esa emoción de tristeza, rabia o miedo se hace persistente durante mucho tiempo.

Por supuesto, existen algunas recomendaciones para evitar que este tipo de situaciones lleguen. Para Anxo Blanco Villaverde, la recomendación principal es la de comunicar las emociones, «que teñen esa función de advertencia, de que algo vai mal, pois non son mais que sinais da mente». Justo por ello afirma que es normal tener miedo a veces, o estar triste, y que lo mejor para solventar esas situaciones es naturalizarlas «falandoas con alguén que sexa capaz de validar esas sensacións, como un amigo ou un familiar que nos entenda e sexa empático con nós».

A mayores, Blanco subraya algunas pautas más «básicas», pero también muy importantes, como pueden ser dormir bien y lo suficiente, hacer deporte o comer como es debido. «Sempre lles digo aos meus pacientes que logo de durmir con xeito as cousas vense mellor, mantendo unha rutina de sono adecuada e saudable».