¿Quién brilla más en Navidad? De una casa en Vedra ante la que se paran cada noche 60 coches a la calle de Santiago que atrae todas las miradas

O.S. SANTIAGO

VIVIR SANTIAGO

Muchos gallegos ya realizan turismo navideño, también por cerca de Compostela. Una parada obligada es la aldea de Romarís, donde sus menos de 50 vecinos la convierten cada diciembre en un reclamo

20 dic 2023 . Actualizado a las 10:07 h.

Un recorrido nocturno por toda Galicia permite constatar que cada vez son más las casas que optan por brillar con luz propia en Navidad. «Varios visitantes xa nos dicían que viñan pola estrada e alucinaban coas nosas luces. Preguntabanse: que é iso?», comenta sonriendo David García, uno de los impulsores de que Romarís, una aldea de Vedra con menos de 50 vecinos se haya convertido desde hace cuatro años en parada obligada para todos aquellos que deseen admirar sus luminosos motivos navideños. De las trece casas de la aldea, al igual que en los últimas Navidades, ninguna falla. «Este ano Romarís aínda está máis fermosa. Temos un boneco de neve de sete metros de altura e unha árbore de Nadal de trece», comenta con orgullo David, confirmando también que desde que el pasado día 7 de diciembre hicieron el encendido oficial -cita que los vecinos celebraron también todos juntos con un churrasco- no cesa de acercarse gente hasta este lugar situado a poco más de 10 kilómetros de Santiago.

Aldea de Romarís, en Vedra
Aldea de Romarís, en Vedra

David precisa que es desde las 20.00 horas y hasta medianoche cuando las luces se pueden contemplar en todo su esplendor. Los adornos no son todos uniformes, aunque predominan los Papá Noel y muchas luces en los árboles. «É unha virguería», acentúa con satisfacción.

El árbol de 9 metros y 2.000 leds en Santa Cruz de Ribadulla

Casa con mucha decoración navideña en Santa Cruz de Ribadulla, en Vedra
Casa con mucha decoración navideña en Santa Cruz de Ribadulla, en Vedra

Otro lugar del mismo concello de Vedra —aunque distanciado en 14 kilómetros— donde cada noche también se forma un auténtico espectáculo visual y navideño es Santa Cruz de Ribadulla. Allí, en una vivienda situada cerca del conocido pazo del enclave residen Josefina Campaña y Luis Barco, quienes hace cinco años decidieron iluminar a lo grande su vivienda, pero de una forma económica, con productos artesanales que tenían en su finca.

«Eu nacín en Camariñas, son palilleira. Teño un taller no que dou clases en A Estrada, aínda que vivimos aquí, en Vedra», aclara Josefina. «O meu marido é repartidor, pero dende neno creceu entre as viñas desta zona. Hai uns anos, e ao ver que tiñamos na casa tanto alambre para suxeitar as viñas, pensamos: ‘'e por que non o reutilizamos no Nadal, época que aos dous nos gusta tanto?''», explica.

«A min encántame debuxar. Dende ese ano eu pinto a idea e el fai a montaxe a escala, co alambre. Moitas luces puxémolas así. Tamén empregamos para a decoración da casa madeira vella, como arcos dos barrís de viño, que xa tiñamos», añade desde una vivienda convertida en pequeña ciudad navideña a la que no falta detalle, ni un árbol de 9 metros de altura ni 2.000 leds. Una de las novedades son unos ángeles de tuba de tres metros cada uno.

«O encendido oficial foi o pasado día 6, nun evento no que repartimos chocolate con churros, houbo fogos artificiais e incluso un dj, Pedro Villamayor, quen ofreceuse a pinchar gratis. O ano pasado el viñera á nosa casa e gustáralle moito...», desliza agradecida, confirmando que el tirón de sus luces no cesa, y no solo entre los vecinos del concello. 

«Cada día poden pasar por aquí 60 coches para contemplar a nosa casa», destacan. «Só algúns atrévense a chamar», añaden sonriendo.

La urbanización de Santiago, destino turístico por sus luces

En Compostela hay un barrio que, desde la pandemia cobra fama tanto por contar con los vecinos y familias más festeiras —algo que, de nuevo, se comprobó el último Halloween—, como por brillar en todo su esplendor en Navidad. Se trata de O Castiñeiriño, en concreto, de las calles Teresa Claramunt y Carmen Laforet, donde los dueños de 25 adosados de la urbanización no han dudado de nuevo en decorar fachadas, jardines o entradas de garaje con motivos navideños. «En esta ocasión algunos vecinos que el año pasado habían optado por una decoración más discreta, se animaron con más. También hay muchas más casas iluminadas», constata Ana, desde una de las viviendas adornadas para la ocasión.

Espoleados por el ánimo y el impulso de Quico Fernández Otero, el presidente de la comunidad y uno de los históricos del carnaval compostelano, quien no duda en poner en su vivienda hasta 200 metros de iluminación, poco a poco el resto de habitantes de la zona se fueron sumando. «Todo empezó tras el covid», recuerda Ana, una de las vecinas más animadas. «El primer año hablamos entre todos y para ayudar a crear barrio decidimos, cada uno con lo que pudo, empezar a iluminar las viviendas. Poco a poco nos fuimos enganchando. Hubo como un efecto llamada», defiende, recordando que el primer año hablaron entre todos de colocar en sus casas bastones navideños, una razón que explica que la mayor parte de las casas aún las luzcan. «La mayoría eso lo mantenemos. En una vivienda se opta por utilizarlos para un trineo de Papá Noel, del que tiran renos; en otra simplemente sirve como decoración. Luego cada familia innova», desliza con orgullo, citando algunos adornos que no dejan de despertar elogios.

«En una vivienda hay un árbol de cuatro metros de altura. También hay una bola navideña de casi 2 metros. Otra vecina optó por reproducir como una carpa de tiovivo, con caballitos. Le quedó preciosa», ensalza Ana, explicando que varias se apuntaron al Concurso de Decoración de Fachadas e Balcóns de Nadal, que impulsa el Departamento de Relacións Vecinais del Concello. «El año pasado dos de las viviendas de la urbanización nos llevamos un premio. Que cada vez compitamos más es bueno. La zona cada vez brilla más», defiende, aclarando que en la calle, donde se suceden renos, elfos, Cascanueves, las luces —que, en su mayoría, son blancas— suelen encenderse sobre las 19.30 y no se apagan hasta la pasada la medianoche.

Con fama ganada a pulso, Ana confirma que son muchos los santiagueses que ya se acercan hasta su calle para verla en todo su esplendor. «La pena es que muchos la recorren en coche, y así, aunque ven las luces, no se fijan en todo el trabajo artesanal que conllevaron varios motivos. Por ello, pedimos si pueden aparcar fuera, también para conservar la tranquilidad de la calle. Hay noches que son muchos los coches que no dudan en venir a ver nuestra Navidad», confirma.

La casa de Ordes que abrió escuela

Antes de que esta moda por tener la casa más iluminada se extendiese por toda Galicia, había viviendas que ya afrontaban un completo montaje navideño. Una de las iniciales fue la de Nano Pérez y Charo García, en Santa Cruz de Montaos, en Ordes, una vivienda que es imposible no ver, o ante la que cuesta no detenerse, si se transita en coche por la N-550 durante las horas nocturnas.

Tras un año en el que el fallecimiento de un familiar les dejó sin ganas de decorar una casa, que tuvo incluso efecto llamada en la zona, para este diciembre sí rescataron de su sótano los artículos navideños guardados y adornaron por fuera y por dentro una vivienda que ya compite en el concurso Nadal Challenge por ser la mejor decorada de Galicia.

Un enorme Papá Noel, de 4 metros de alto, que fue diseñado y creado por ellos mismos en las Navidades del 2020, vuelve a recibir a los visitantes junto a un impresionante muñeco de nieve, que fue la novedad del 2021. No faltan los renos, también de creación propia, y el Papá Noel con trineo que decora la fachada. Unos cinco kilómetros de luces led decoran el portalón del cierre de la finca y los árboles tanto del jardín como los del exterior, así como la fachada y las ventanas. Dentro, las luces iluminan todos los rincones de la casa, en la que no falta ningún detalle. Desde varios belenes, un Papá Noel antiguo, candelabros, bolas decoradas, ciervos y un árbol, que este año se decoró en colores plateados, completan el decorado. Para no perdérselo.

Encendido con cuenta atrás en Santa Comba

Otra vivienda que no pasa desapercibida en Navidad se sitúa en el lugar de Vilarnovo, en Santa Comba, donde lo que comenzó cómo una manera de alegrar estas fechas se ha convertido en todo un acontecimiento. «Cada noite pode haber sobre 20 coches diante da casa. As luces acéndese sobre as 18.30 horas e non se apagan ata a medianoite», confirma David, uno de los artífices, junto a su hermano y su mujer, Sonia Antelo, de que esta casa brille con luz propia.

Tras el desánimo que dejó el covid, estos tres vecinos xalleiros se decidieron a empezar a decorarla. Al ver la alegría que supuso, reconocen de broma que «ya nos vinimos arriba», no dejando sin iluminar ni un centímetro de su fachada.

Al encendido oficial, seguido por 75 personas, se invitó incluso al alcalde e Santa Comba. En el evento no faltaron ni cuenta atrás ni brindis con champán. «Hai gañas de celebrar», confirman sus moradores.