Tú también puedes salir en los mapas de Google: ¿Qué imagen de Santiago ofrecen las cámaras de Street View?

Carmen Novo SANTIAGO / LA VOZ

VIVIR SANTIAGO

Imagen capturada por la cuenta de Instagram @streetviewcompostela, que comparte instantáneas sacadas de sus paseos virtuales a través de Google Earth.
Imagen capturada por la cuenta de Instagram @streetviewcompostela, que comparte instantáneas sacadas de sus paseos virtuales a través de Google Earth. @streetviewcompostela

El famoso coche de la multinacional pasea por las calles de la capital gallega desde hace un mes

23 feb 2024 . Actualizado a las 20:02 h.

Todas las calles de Santiago, rincón por rincón, están inmortalizadas en un mapa a 360º que se comprime en la pantalla de un smartphone. Más allá de una serie de imágenes estáticas, el callejero virtual que es Google Earth camina, como si de una persona se tratara, entre edificios, parques y plazas. Marcando la dirección con el puntero del ordenador —o mismo con el dedo en lo táctil—, la visión se desplaza: un grupo de jóvenes compran flores en la Praza de Abastos, un camión descarga su mercancía a las puertas de un ultramarinos, una señora de mandil tiende la ropa al sol llegando a Sar. La gente camina, sale de los comercios, juega, habla en grupo, se divierte y la cámara de Google —el camión, más bien— está ahí para capturarlo. Artefacto del voyeurismo o herramienta para los que buscan algo concreto sin la magia de perderse, el Street View captura de una de una forma diferente y digital el día a día en la ciudad. Desde hace un mes, el coche recorre las carreteras de Santiago para actualizar las imágenes

Antes de nada, algo de contexto: ¿Cómo se crean y se montan estos fotogramas a escala de la ciudad? Primero, se recolectan las imágenes. Es tarea de un camión fácilmente reconocible que, armado con cámaras adyacentes en la superficie y con el logo de la multinacional en el costado, pasea por las calles captando hasta la esquina más remota. Cuando pasa, los vecinos miran: «Si quieres saludar a nuestro equipo, consulta cuándo se dirigirán a una ubicación cercana a ti», alientan desde Google. Informan de que los vehículos ya han recorrido más de diez millones de kilómetros en todo el mundo y que, aunque no se conoce el porcentaje extracto de territorio filmado, en Galicia queda poco por recorrer. A nivel técnico, las imágenes se unen con algoritmos especiales de procesamiento que suavizan las uniones y crean las transiciones. «El tiempo que se demoran los láseres del automóvil en reflejarse en las superficies nos indica la distancia a la que se encuentra un edificio o un objeto», explican.

Imagen del Mercado de Abastos, en Santiago, capturada desde Street View. La última actualización de la zona data del 2009, siendo la más antigua que se encuentra en toda la ciudad. Las más recientes que se tienen son del 2022, en zonas céntricas como la Plaza de Galicia o la Rúa da Senra.
Imagen del Mercado de Abastos, en Santiago, capturada desde Street View. La última actualización de la zona data del 2009, siendo la más antigua que se encuentra en toda la ciudad. Las más recientes que se tienen son del 2022, en zonas céntricas como la Plaza de Galicia o la Rúa da Senra. Google Street View

Por norma general, para ser testigos de las remodelaciones y de los cambios urbanísticos de la ciudad, las imágenes se actualizan cada tres años, aunque las más antiguas se sitúan cronológicamente en el 2009. Las últimas de Santiago datan del 2022 y, según especifican desde Google, este año el camión no se irá hasta el mes de noviembre. En el 2025, por lo tanto, el Street View se reajustará con más personas, escenas y escenarios. «No tenía ni idea, pero justo estaba esperando por una nueva actualización para continuar con el proyecto», explica sorprendida Sara Giunta, persona detrás de la cuenta de Instagram @streetviewcompostela. Activa desde el 2019, comparte periódicamente con sus seguidores, que son casi dos mil, capturas de pantalla de los descubrimientos más curiosos que encuentra en sus paseos virtuales por las calles de Santiago. 

Cuenta que, cuando empezó, estaba atravesando un mal momento personal. «Sufría de depresión y ansiedad social, por lo que muchas veces no me veía capaz de salir a la calle», explica la joven. Por eso, como una especie de «terapia» —ella misma entrecomilla la palabra— e inspirada por otros artistas que también exploraban este medio, decidió ponerse al otro lado del ordenador y descubrir qué escondía la ciudad a través de la pantalla. Giunta captura a personas haciendo las tareas más comunes del día a día, sobre todo, en las zonas periféricas de la ciudad, aquellas «olvidadas» para gran parte de la población. Demuestra que en Santiago también se plantan lechugas, se sigue lavando la ropa en lavaderos de piedra y que después se tiende al sol. Para ella, lo interesante está ahí, en lo cotidiano, y lo describe como «encontrar la belleza en lo mundano».

«Busco zonas limítrofes y me gustan especialmente las calles que lucen muy irregulares en el mapa», explica. Aunque en sus paseos virtuales nunca llegó a reconocer a nadie, sí que hubo personas que se identificaron en las fotografías que publicaba. Por cuestiones de privacidad, los rostros y las matrículas de los coches aparecen automáticamente difuminados. Pero, tratándose de uno mismo, no cuesta hacer memoria de por dónde se pasó un día concreto y con qué ropa. Giunta recuerda la imagen de dos personas compartiendo una bolsa de patatas fritas en las escaleras de una vivienda y otra de una pareja caminando entre las palomas. En la primera de ellas, una seguidora le escribió para decirle que eran su padre y su hermano y que el edificio en el que estaban era su casa. En la segunda, una de las protagonistas también se reconoció: «Lol, ¿cómo he acabado yo aquí?», comentó en la publicación. 

«Yo creo que lo que más le interesa a la gente es el ver reflejada a una parte de la sociedad gallega sin adulterar y sin tópicos, ya que el coche captura absolutamente todo sin criterio ni filtros. Es verdad que se puede hablar de cierto costumbrismo en mis fotos, pero son muy honestas en el sentido de que solo una recopiladora de imágenes que fueron capturadas por un ente objetivo», explica. Entre lo más curioso que se ha encontrado, recuerda la instantánea de una señora tirando un cubo de agua congelada por la ventana de su casa —«porque me parece increíble que el coche pasara justo en ese momento»—. Entre lo más gracioso, «un momento íntimo de dos chicas jóvenes que se vieron pilladas, desafortunadamente, en una situación comprometida».

La tecnología de Google no es a tiempo real: navegando por las calles de Santiago ?en concreto, por el barrio de San Pedro y por Sar?, se encontró a este ciclista repetido. La hipótesis más probable es que se adelantara al camión y pasara en dos ocasiones distintas por donde estaba captando fotografías.
La tecnología de Google no es a tiempo real: navegando por las calles de Santiago ?en concreto, por el barrio de San Pedro y por Sar?, se encontró a este ciclista repetido. La hipótesis más probable es que se adelantara al camión y pasara en dos ocasiones distintas por donde estaba captando fotografías. Google Street View

La de Sara es una de las muchas cuentas en redes que se han hecho eco de esta manera de capturar la realidad y que la han convertido en un fenómeno extremadamente online. Aunque lleve tiempo inactivo, estaba el Twitter de @postaisgalegas. En formato bot —es decir, con horas de programación automática— publicaba postales hechas con imágenes sacadas del Street View de todas las esquinas de Galicia. Eso sí, no tenían el componente estético de las de Giunta. Precisamente en esa ironía de dedicar instantáneas del pavimento levantado, de casas a medio hacer y de fochancas con barro era donde radicaba la gracia. Las acompañaba con el texto de: «Estiven en tal sitio e lembreime de ti». 

Otra de las cuentas, @streetviewgz, sigue esa misma premisa: publica imágenes de basura en la calle, de árboles talados y de avenidas en obras. Una de las más populares, que también es su icono de perfil, es la de un cerdo tumbado patas arriba. Atendiendo a los diferentes ejemplos, queda claro que detrás de cada mirada hay una forma diferente de retratar Santiago. Si Street View inmortaliza las situaciones del día a día, cada uno decide con cuáles quedarse. Ninguna es menos real que otra, simplemente dan a entender las diferentes realidades que conviven en el marco de la capital gallega