La fiebre por Belén Aguilera traspasa fronteras: «Volamos de París a Santiago solo por ella, llevamos en la cola desde las siete de la mañana»

C. N. SANTIAGO / LA VOZ

VIVIR SANTIAGO

Nereida, Noelia, Loreto, Antía, Lucía, pelayo, Xoel, Antía, Lucas, María, Ainhoa, Miguel y Sabela se conocen de verse haciendo cola en todos los conciertos de sus ídolos. Para asegurar la primera fila en el de Belén Aguilera, el más madrugador llegó a las nueve de la mañana.
Nereida, Noelia, Loreto, Antía, Lucía, pelayo, Xoel, Antía, Lucas, María, Ainhoa, Miguel y Sabela se conocen de verse haciendo cola en todos los conciertos de sus ídolos. Para asegurar la primera fila en el de Belén Aguilera, el más madrugador llegó a las nueve de la mañana.

«Esto no lo hacemos por ningún artista francés», explican Steffie y Loann, que lo único que van a conocer de Compostela es la sala Capitol. Un grupo de unas quince personas enumera las «locuras» que han llegado a hacer para ver a sus cantantes favoritos, como acampar dos días a las puertas de la sala o subirse a un avión a la tarde para coger el de vuelta a la noche

04 abr 2024 . Actualizado a las 19:41 h.

Canta Belén Aguilera en su última canción, Thelma & Louise, que «el amor no está en París». Steffie y Loann, naturales de la capital gala, se tomaron sus palabras a capa y espada: el romance de estos dos amigos unidos por la música es con España. Cuando la artista catalana anunció las fechas de su gira, sus cabezas comenzaron a funcionar. El objetivo, poder verla todas las veces que les fuera posible. Adelantaron sus vacaciones y volaron a Málaga, donde la autora de Camaleón daba el primero de los diez conciertos planeados. Ahí comenzó su recorrido por la península: «No hacemos esto por ningún artista francés», explican sentados en la puerta de la sala Capitol, donde actuará esta noche con todas las localidades vendidas, para que nadie les quite la primera fila. Llegaron a las siete de la mañana y el espectáculo no empieza hasta las nueve y media de la noche

Los dos van vestidos igual, con un conjunto planeado específicamente para la ocasión: chubasquero blanco y negro, pantalones cargo y zapatillas del mismo juego de colores. «No sabría decir por qué nos gustan tanto sus canciones. Las disfrutamos y ya está», explica ella en perfecto castellano. Además de aprender el idioma en la escuela, donde se imparte como segunda lengua, en su fluidez al hablarlo tienen que ver las letras de sus cantantes favoritas. Mencionan a Tini, artista argentina por la cual, hace unos cuantos meses, los dos amigos de 23 años ya habían volado desde París para seguirla en su gira por la península. ¿Acaso el pop en español mueve masas en el extranjero? «En Francia no son tan conocidas, pero a nosotros nos gustaron desde el primer momento», continúa Steffie, explicando que, al terminar el concierto de hoy, cogerán un bus hasta Zaragoza para llegar a tiempo a la próxima fecha de la gira de Belén Aguilera, este mismo sábado. 

Steffie y Loann, de París, volaron a España para seguir a Belén Aguilera en su gira. Aterrizaron en Málaga, donde dio el primer concierto, y desde allí viajaron hasta Santiago, aunque de la ciduad poco tienen pensado ver: llegaron a la puerta de la Capitol a las siete de la mañana.
Steffie y Loann, de París, volaron a España para seguir a Belén Aguilera en su gira. Aterrizaron en Málaga, donde dio el primer concierto, y desde allí viajaron hasta Santiago, aunque de la ciduad poco tienen pensado ver: llegaron a la puerta de la Capitol a las siete de la mañana.

No son los únicos que esperan expectantes a que aparezca su ídola. Ellos, al ser los primeros en llegar, se sientan en el marco de la puerta principal. Un poco más abajo, formando un círculo en el suelo, un grupo de unas quince personas que esperan desde las nueve de la mañana. «¡Menos mal que no está lloviendo!», dice uno de ellos, festejando el hecho de haberse escapado de la previsión meteorológica inicial. Aún así, con precipitaciones o sin ellas, el plan iba  a ser el mismo: esperar, esperar y esperar, ya no solo para coger sitio, sino como prueba de fe y sacrificio a la artista. Cuentan que todos tienen una entrada early entry, que es un poco más cara que el resto —35 euros más gastos de gestión— pero que te asegura pasar antes y tener un hueco en las dos primeras filas

—Entonces, si ya vais a ser los primeros en entrar, ¿por qué llegáis tan temprano?

—Porque merece la pena. Yo la llevo siguiendo desde el 2019, cuando empezó. La conozco desde hace tiempo y es increíble. 

En la fila, enumeran todas las veces que la han visto. Algunos fueron a dos conciertos suyos, otros a cuatro. «Yo la vi siete veces», dice Antía, una de las presentes en la cola. «¿Siete? ¡Pero qué dices!», le responde sorprendida otra amiga. «El primero fue en Vigo hace dos años y luego en Cambados, en Madrid, otra vez en la Malatesta de Santiago, en Sevilla —hizo ida y vuelta desde Galicia solo para verla—, en Lugo y ahora otra vez aquí», justifica ella. «Yo también la vi en Cantabria e hice el viaje solo para su concierto», añade Xoel, otro de los presentes. Tienen hablado con ella en persona, porque «cuando acaba los conciertos, sale a ver a la gente». Ellos lo tienen todo estudiado: «Las dos veces que estuve con ella fue porque salió al terminar. En Cambados apareció por detrás y la última vez que estuvo en Malatesta se hizo un BeReal con todos», rememora Miguel, otra joven en la cola.

En este grupo de quince personas todos se conocieron a raíz de las largas esperas que hacen para ver los conciertos de sus artistas favoritos en primera fila. A las puertas de la Capitol, en conversación con este medio, todos se reúnen en un círculo amplio y comienzan a trazar lazos: «A mi tú me suenas y vosotros dos también», dice una de ellas señalando. Hablando de otros artistas a los que siguen, otra de las presentes recuerda que acampó a las puertas de una sala para ver a Hens en primera fila. «¡De eso me sonabas! ¡Es que yo también estuve ahí!», le responde otra. «En Galicia, más o menos siempre estamos los mismos. Son conciertos de artistas muy similares, como Ana Mena, Dani Fernández o mucha gente que sale de OT como Lola Índigo o Miriam Rodríguez», reflexionan.

Presumen de que las horas de espera son las más entretenidas, como el entrante antes del plato principal. Juegan a las cartas, «cotillean» y cuentan sus cosas. En resumen, socializan y conocen a gente con sus mismos intereses y gustos. La cola con doce horas de antelación no la hacen solo por Belén Aguilera, sino por otros tantos artistas. «Mañana me voy a Barcelona para ver a Miriam Rodríguez», explica Ainhoa, otra de las jóvenes del grupo. Entonces, cada uno recuerda las cosas más «locas» que ha hecho por su artista favorito: «Volar hasta Madrid para ver un concierto y estar al día siguiente a las nueve de la mañana en la Capitol de Santiago haciendo cola para ver otro», «en mayo voy a ver a Taylor Swift a Lisboa y el día siguiente tengo examen presencial de la universidad en Santiago», «dormir en Barajas porque el concierto de Tini era un domingo y yo el lunes a la mañana tenía clase en Santiago, ni me podía quedar allí a dormir» o «acampar un día y medio en Granada para ver a Lola Índigo».

¿Quién es Belén Aguilera?

Belén Aguilera ha conseguido en más de cinco años conseguir un lugar privilegiado en la industria musical. Superpop ayudó a posicionarla como un referente en el pop gracias a un estilo musical inconfundible, apoyado en las harmonías y el piano. Este álbum contiene dos de sus éxitos, La Tirita —en colaboración con Lola Indigo— y Camaleón. La cita de esta noche en la Capitol se enmarca dentro de la gira por su EP Metanoia, que la ayudó a explorar lugares más electrónicos dentro de su sonido. Sus últimos lanzamientos son sencillos que no forman parte de ningún conjunto y que la artista ha querido lanzar para el disfrute de sus fans en vivo. Con todo, la catalana ha confirmado que está trabajando ya en su próximo proyecto.