La nueva moda de los turistas en Santiago: «Ahora llenan con piedras la fuente de Praterías»
VIVIR SANTIAGO
El presidente de Apatrigal, Carlos Fernández Coto, comparte unas imágenes de la conocida fuente de los caballos para reflexionar sobre las consecuencias del turismo masivo en Compostela
05 jun 2024 . Actualizado a las 23:26 h.Unas fotos recogidas esta mañana por la página de Facebook Maltrato da Paisaxe han vuelto a poner de relevancia la peor huella del turismo. «Llenar una fuente histórica, como la de Praterías, de piedras pintadas no es algo tan dañino para el patrimonio del Santiago como pueden ser otros efectos del turismo masificado, como los candados del amor, que hace un mes ya vimos en los bancos del siglo XIX de la Alameda; pero la imagen, indudablemente, no es buena. Parece que si no te haces un selfi delante de los monumentos o dejas una señal o algo material de que has pasado por allí, no has viajado», lamenta Carlos Fernández Coto, presidente de Apatrigal, la Asociación para a defensa do Patrimonio Cultural Galego.
«El turismo masificado es algo global, pero muchos en Santiago ya se preguntan cómo atajar estas consecuencias, cómo hacer ver a ciertos turistas que esto no se puede hacer. Yo creo que las cámaras de vigilancia no disuaden…. De hecho, muchos, como vimos el año pasado cuando alguien escaló por la Catedral, lo que ansían es grabarse y colgar el vídeo en las redes sociales. Muchos pensamos que una posible solución podría estar en una mayor presencia policial disuasoria, con agentes que recuerden a la gente que costumbres como la de lanzar piedras no se pueden hacer», continúa Coto.
«Estamos hablando de una fuente, conocida como la de los caballos, cuya escultura data del siglo XIX», reflexiona, compartiendo lo que él mismo vivió ayer durante la grabación de un reportaje en el casco histórico. «Había tanta gente que nos costaba que en los planos no saliesen grupos de turistas. Ante semejante abarrote, es muy difícil lograr que todos los grupos actúen sobre lo correcto. De ahí la importancia de recordarlo», razona, incidiendo en lo decisivo de que las piedras se retiren pronto.
«En Apatrigal solemos hablar del síndrome de Wanderlust, la necesidad de cada vez más población por viajar, lo que anima ese fenómeno global. También aludimos mucho a la teoría de las Ventanas Rotas, que fue formulada en 1982 por dos profesores. En ella se apunta que si en un edificio aparece una ventana con los cristales rotos y no se repara rápidamente, pronto aparecerán más ventanas rotas acelerando el proceso de degradación del mismo. En el caso de los candados del amor o de las piedras podría pasar igual. Hay que retirarlos para evitar un efecto llamada», concluye Carlos Fernández Coto.