Dejan ya tenis colgados hasta en la Puerta Santa y en el Obradoiro: «¿Pero qué piensa un peregrino para hacer eso?»

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Nuevas imágenes relanzan el debate sobre rituales peregrinos y comportamientos incívicos en Santiago

11 jun 2024 . Actualizado a las 15:01 h.

Hace tan solo once días que arrancó junio, pero en lo que llevamos de mes son varias las fotos publicadas en las redes sociales que han vuelto a generar debate entre vecinos de Santiago ante prácticas o comportamientos incívicos o poco respetuosos con el patrimonio. Si la semana pasada creó controversia la polémica nueva moda de los turistas de llenar con piedras con mensajes la emblemática fuente de los caballos de Praterías, o una acampada realizada en la Alameda, y con vistas a la Catedral, ahora el foco está puesto en el propio templo, adonde ya llegó uno de los rituales, de dudoso gusto, más extendidos entre los peregrinos.

Desde hace años muchos de ellos remarcan su presencia en la ruta colgando en distintos puntos del Camino, como en carteles, monumentos, esculturas o señales informativas, objetos que portan durante el trayecto, como cintas, pulseras, gorros o tenis. Una tradición que aumenta en los considerados hitos del Camino, como puede ser el Monte do Gozo, en el Camino Francés, el primer lugar desde donde ya se avistan las torres de la Catedral. Es en este mirador, o en el primer cartel que indica que llegaron a Santiago, donde se prodigan todo tipo de efectos, como si tratase de una ofrenda.

Ahora, y como se denunció en las redes, el calzado ya llega a la propia Catedral. En una imagen se ven dos tenis frente a la verja del templo en la Praza do Obradoiro, mientras que en una segunda, recogida en Facebook, se aprecian otros dos colgados en la verja que protege la Puerta Santa. Al coincidir que se dejaron estos días, durante la celebración en la inmediata Praza da Quintana del Festival da Lectura Selic, fueron rápidamente localizados y retirados. «Menos mal que civilizados asistentes á Selic decidiron tiralos ao lixo antes de que semellante mamarrachada se espalle», defendía el autor de la fotografía, en una idea similar a la mantenida desde hace tiempo por Apatrigal, la Asociación para a defensa do Patrimonio Cultural Galego.

Consultado su presidente, Carlos Fernández Coto, sobre la nueva práctica, no duda. «En Apatrigal aludimos mucho a la teoría de las Ventanas Rotas, que fue formulada en 1982 por dos profesores. En ella se apunta que si en un edificio aparece una ventana con los cristales rotos y no se repara rápidamente, pronto aparecerán más ventanas rotas acelerando el proceso de degradación del mismo. En el caso de los tenis lo importante es retirarlos rápido para evitar un efecto llamada», razona. «Aún así, ¿pero qué piensa un peregrino para hacer eso? Si es basura», reflexiona con pesar.