¿Por qué en Santiago no existen las líneas 2, 3, 10 o 14 de autobús?
VIVIR SANTIAGO
En los circulares no hay C.1 ni C.3, y llama la atención que del C.6 salta directamente hasta el C.11. En el conjunto de las periféricas, el agujero en la escala numérica está en el P.5
26 dic 2024 . Actualizado a las 18:17 h.Las líneas de autobús urbano en Santiago van de la 1 a la 15, sumando unos cuantos coches más para aquellas que llevan delante del numero las letras C y P. No obstante, mirando el conjunto de las frecuencias, saltan a la vista ciertos vacíos. No existe la 2, la 3, la 10, la 11 ni la 14. En los circulares no hay C.1 ni C.3, y llama la atención que del C.6 salta directamente hasta el C.11. En el conjunto de las periféricas, el agujero en la escala numérica está en el P.5. Pero, ¿a qué se debe esto? Aunque parezca un rompecabezas estratégico, la respuesta es sencilla. Todos los huecos sin rellenar corresponden a líneas que existieron y que, una vez se decidió prescindir de ellas, la numeración que les correspondía no volvió a ser utilizada.
La razón, según explica José Ramón Mosquera, es no llevar a la confusión. «El transporte urbano de Santiago nació sobre el año 67. Históricamente, fueron llegando los números. Estaba la 1, la 2, la 3, la 4… y así correlativamente», recuerda el gerente de Tussa. Cuando se empezaron a hacer cambios en la red, decidieron que no rellenarían los vacíos de las frecuencias suprimidas. «Entendíamos que era perjudicial», continúa Mosquera. Para ejemplificar lo dicho, saca a relucir el caso de la línea 10, suprimida porque coincidía en parte con el recorrido de la 5, que conecta la Rocha y Vite. «Era la de la estación de autobuses. Si al quitarla pusiéramos una línea 10 que no tuviera nada que ver, crearíamos un lío de información total», explica el gerente.
Refuerza lo dicho con otros casos hipotéticos: «Hay gente que viene al hospital una vez al año y sabe que para llegar tiene que coger la C.2 o la C.4. Si se cambiara eso, la confusión que podría haber sería importante». Cuenta, por ejemplo, cómo la línea 2 se creó para reforzar a la 1, la primera que atravesaba realmente Santiago y que se conocía como «la general». Con el tiempo se dotó de más medios a la 1 y desapareció la 2, dejando ese número sin frecuencia en la actualidad «para evitar confusiones».
Siguiendo con el recorrido de rutas que ya no existen, menciona Mosquera que la línea 3 conectaba con Belvís y que la línea 11 correspondía al anterior recorrido de Fontiñas. Ahora, que pasó de ser lineal a circular, se mantuvo el número para que la gente siguiera identificándola pero se le añadió una C a la izquierda. Es el motivo por el cual se salta directamente desde la línea C.6 hasta la C.11. La P.5, que cubría Bande y Vilamaior, se quitó cuando el recorrido se unió al de la 6. La C.1 también existió. Era la que conectaba los campus universitarios con el Monte do Gozo, donde estaba situada la residencia de estudiantes. Cuando dejó de funcionar, allá por el 2004, se suprimió la línea, quedando otro hueco más en la enumeración. Ahora, José Ramón Mosquera pone el foco en un cambio «global». Mientras tanto, para evitar la confusión, el salto en la escala numérica seguirá siendo la solución.