Santiago afronta el inicio de la primavera sin su terraza estrella, la del Hotel Costa Vella: «El contexto cambió y necesitamos hacer una pausa»

Olalla Sánchez Pintos
Olalla Sánchez SANTIAGO

VIVIR SANTIAGO

XOAN A. SOLER

«Cerrar por ahora el jardín al público fue una decisión difícil, pero necesaria», razona José Antonio Liñares, al frente del emblemático establecimiento abierto hace 25 años en la rúa Porta da Pena, en pleno casco histórico compostelano

17 mar 2025 . Actualizado a las 16:20 h.

El pasado 14 de febrero lo anunciaron en redes, pero, aún así, es ahora, ya próxima la primavera, y al ver cerrado el portalón que da acceso a su icónica terraza, cuando muchos en Santiago se preguntan cuándo podrán acceder de nuevo al jardín con terraza del Hotel Costa Vella, el popular establecimiento que, desde hace 25 años, gana aplausos y reconocimientos tanto entre vecinos como turistas. En los últimos años, su espacio exterior, además de auparse, año tras año, en los ránkings, como uno de los lugares favoritos de Compostela, suma numerosas distinciones, como la de un Solete de la Guía Repsol o la de los premios Best of the Best, de Tripadvisor, en base a las buenas valoraciones recibidas por la clientela.

«Sabemos y agradecemos que para mucha gente este jardín sea uno de los puntos de referencia y una de las paradas en Compostela. De hecho, nosotros lo sentimos también como una responsabilidad para con esta calle y para con todo el casco histórico. Pero esa responsabilidad no nos puede aplastar, y era lo que nos estaba pasando», lamenta José Antonio Liñares, uno de los dos hermanos propietarios del popular establecimiento, aclarando las razones que les llegaron a hacer un momentáneo alto.

«Hay que tener en cuenta la particularidad del servicio que damos en la terraza, abierta al público, su dificultad... Con una pequeña zona de producción, situada en el hotel, se atienden a todas las mesas del jardín, en unos recorridos para los camareros que, con el desnivel -solventado por escaleras- que hay respecto a la terraza, les llevan a realizar kilómetros con la bandeja… Al principio no había tanta demanda de clientela, pero en los últimos años, y sobre todo desde la pandemia, se sobredimensionó. Con el actual volumen de clientela y el sobreesfuerzo para los camareros, entendemos que no es viable seguir así», reflexiona José Antonio Liñares, sin olvidar el hándicap del tiempo. «El año pasado, las lluvias de casi toda la primavera, incluida la Semana Santa, y también octubre, nos pasaron factura. Al final todo va sumando... Aprovechando un cambio de camareros, pensamos que era un buen momento para detenernos, cerrar al público la terraza —tan solo permanece abierta para los clientes del hotel— y poder repensarla. En febrero, en un mes sin tanta demanda, lo anunciamos», traslada, aludiendo al comunicado publicado el mes pasado en sus redes sociales en el que defienden que «en los últimos años el contexto ha cambiado y necesitamos hacer una pausa para encontrar una fórmula que nos permita gestionar este espacio de una manera más viable y sostenible, tanto para nosotros como para nuestro equipo».

XOAN A. SOLER

«Fue una decisión difícil, pero necesaria. Aunque el núcleo de nuestro negocio es el hotel y la terraza-jardín es un valor añadido, sabemos lo que estos últimos aportan a todo el barrio...», ahonda con gran arraigo José Antonio Liñares. «Algo que me da mucha pena es por los vecinos de la rúa Porta da Pena. Muchos me trasladan que ven la calle aún más apagada al no estar abierto el portalón de acceso al jardín», sostiene, incidiendo en la singularidad de que la terraza tenga conexión directa con la calle. «Ese portalón llevaba abierto 25 años. Eso es lo primero que me gustaría reabrir», reflexiona con cariño el hotelero, recordando que él, de niño, y cuando aún la propiedad no era suya, utilizaba ese portalón de portería para jugar al fútbol con sus amigos.

José Antonio Liñares, junto a sus padres y su hermana Ana, en la entrada del jardín del Hotel Costa Vella
José Antonio Liñares, junto a sus padres y su hermana Ana, en la entrada del jardín del Hotel Costa Vella PACO RODRÍGUEZ

«Ahora mismo, y mientras acondicionamos de nuevo el jardín, estamos mirando todas las posibles opciones para que su apertura al público pueda ser viable. Nuestra intención es reabrirlo en cuanto podamos», subraya, aclarando que en el inicio de la primavera seguirá cerrado al público. «Al menos hasta mayo o algo más estaremos cerrados», desliza, comentando que son distintas las opciones que se barajan. «Tanto pensamos en la de instalar un posible servicio en el exterior, que evite tener que entrar en el hotel para atender a todas las mesas, como una apertura parcial, abriendo al público solo durante unas horas, como por la tarde. No hay nada decidido; estamos meditando todo», señala, agradeciendo la comprensión que, tanto a través de las redes como en el propio establecimiento, muchos vecinos les trasladaron tras el anuncio.

Sandra Alonso

 «Fui por primera vez en el 2019, un sitio maravilloso, en el 2023 ya fue imposible acceder de lo masificado. Entiendo la decisión», escribía una usuaria en Instagram. «Ánimo. A veces es necesario pararse a tomar aire y ver el entorno con otra perspectiva», añadía otra.

Únete a nuestro canal de WhatsApp

José Antonio Liñares es una de las voces con mayor prestigio del sector de la hotelería en Santiago. Junto a su hermana abrió el Hotel Costa Vella en 1999, en una calle, Porta da Pena, próxima a la rúa Loureiros, donde sus padres habían abierto décadas antes, en el año 1974, el Hostal Moure, uno de los clásicos del alojamiento estudiantil en Santiago. En el 2024 los hermanos celebraron los 50 años de la iniciativa hotelera que iniciaran sus padres y los 25 del Hotel Costa Vella, en una fiesta a la que no faltaron vecinos y amigos.

 «La decisión pudo sorprender, sobre todo porque aún hace poco realizamos en el jardín obras, con una importante inversión. Pero es necesario parar; creo que es mejor para todos», acentúa.