El santiagués que consigue viralizar cada actuación de Amaia: «Hay familiares que me dicen: "Me entero antes de lo que hace por tu cuenta que por ella"»

CARMEN NOVO SANTIAGO / LA VOZ

VIVIR SANTIAGO

Daniel González lleva la cuenta de Amaia on the Brain desde hace siete años.
Daniel González lleva la cuenta de Amaia on the Brain desde hace siete años.

Daniel González lleva siete años detrás de Amaia on the Brain, la página de fans sobre la artista más seguida en las redes: «Me llegan cosas que decido no subir. No quiero comprometer su privacidad»

23 jun 2025 . Actualizado a las 10:56 h.

Daniel González enseña en su móvil una fotografía de la dedicatoria que Amaia le escribió con rotulador en la carátula de su primer CD: «Para Daniel. Gracias por hacer que me entere de todo lo que hago». Algo parecido le comunica su familia cada vez que coinciden en los conciertos: «Tengo hablado con el hermano, con el novio, con los tíos y con su madre, que me sigue en Instagram y suele ver mis historias. Me dicen: "Me entero antes de lo que hace por ti que por ella"». Este santiagués lleva siete años detrás de Amaia on the Brain, el perfil más seguido sobre la artista en las redes sociales. Lo creó en el 2017, cuando tenía 18 años. Acababa de terminar Operación Triunfo y no quería que su concursante favorita, que apenas colgaba contenido en internet, cayera en el olvido: «Seguir a una artista con tan poca huella digital es complicado. Yo quería que la gente pudiera estar pendiente de Amaia y por eso me hice la cuenta, para publicar lo que ella no colgaba».

Han pasado siete años y casi 3.000 publicaciones. Él es el responsable de que se viralicen las actuaciones de la artista. Cuelga en Instagram, en Twitter y en TikTok fragmentos de sus espectáculos en televisión y de los conciertos que da tanto en salas como en festivales. También imágenes de los eventos a los que asiste, recortes de las revistas en las que aparece, sesiones de fotos y demás apariciones públicas. En resumen, se encarga de recopilar y de dar a conocer un material del que ni la propia artista se hace cargo. Calcula que le dedica unas tres o cuatro horas al día, aunque al principio eran más.

«Ella nunca ha usado mucho las redes. La gente viene a mi perfil para estar al tanto de lo que hace», explica Daniel, que recuerda el contenido que mejor le ha funcionado durante estos siete años de dedicación. Menciona una versión de Cuando zarpa el amor, de Camela, y unas actuaciones recientes  —la de La Revuelta, donde dio una segunda vida a Tengo un pensamiento, y la deThat`s my jam, donde le puso su particular toque a Las de la intuición, de Shakira—, responsables de que, después de una temporada estancada, la cuenta haya vuelto a aparecer en el feed de miles de usuarios de las redes. Pasó, gracias a ellas, de los 34.0000 seguidores que tenía a los casi 40.000 que suma ahora. 

El mismo día que responde a las preguntas de La Voz se viraliza en las redes otro de sus posts. Es un vídeo de Amaia versionando la canción de Volver. «Al mediodía, mientras que comía, estaba pendiente de mirar todas las reacciones», asegura Daniel, que tiene las notificaciones de la cuenta activadas para estar al tanto de lo que pueda pasar. En Amaia on the Brain no se limita a colgar vídeos. Una vez publicados, atiende a los comentarios. «Hay que estar muy pendiente de ellos. Cuando son negativos, los borro. Muchos familiares suyos lo están viendo y tengo esa responsabilidad. No quiero hacerles pasar un mal rato», reflexiona el joven, que admite tener vetadas algunas palabras. Lo están, por ejemplo, «pelos» y «sobaco», a raíz de la oleada de odio que recibe la artista cada vez que aparece en el escenario sin depilar. «Ahora, por ejemplo, hay gente que se mete con sus bailes. Los oculto cuando veo un patrón, pero cuando el alcance llega a una magnitud con la que es imposible estar pendiente, desactivo los comentarios», continúa. 

El cuidado también está en el contenido que cuelga. Ahora, que tiene una comunidad considerable de seguidores, lo tiene fácil. Ellos le mandan fotografías, historias y demás apariciones de la artista. Él, en vez de darle cabida a todo, selecciona: «Me tienen llegado cosas que decido no subir. No quiero darle cabida a algo que comprometa la privacidad de Amaia. Digo: "Voy a pensar si esto le puede afectar". Aunque no sea nada malo, no quiero molestar mucho». Diferencia entre actuaciones y eventos públicos, que son los que publica, a otras imágenes que le pueden llegar de la artista mientras que disfruta de su tiempo libre.

Se explica así el hecho de que Amaia le tenga tanto cariño. La artista lo sigue en la cuenta, ve sus historias y, de vez en cuando, interactúan por mensaje privado. De las seis veces que la vio en directo, pudo hablar con ella en cuatro. La primera fue en A Coruña, cuando le regalaron un pase especial para conocerla. Cuenta que se presentó, que le dijo que era la persona que estaba detrás de Amaia on the Brain y que, por favor, cerrara una actuación en Santiago. Ahora, la artista lo saluda cuando lo ve y le pide que se acerque. Cuenta que hace unos meses, cuando presentó su nuevo disco en Madrid, hizo un pasillo entre los fans que la esperaban en el párking al terminar para que pudiera estar con ella. En O Son do Camiño, Amaia lo vio entre el público y lo saludó mientras cantaba. Él recuerda un concierto «genial». Tuvo un pequeño problema con un arpa, pero solo él y los más fans se dieron cuenta.

Compinchados con él también están el hermano de Amaia, que le ayudó a recuperar su cuenta de Instagram cuando casi la pierde por colgar un fragmento de La resistencia que tenía derechos, y su pareja, que es quien le llevó en las últimas ocasiones los folletos de los discos para que Amaia se los pudiera firmar. También con sus seguidores tiene relación. Cuenta que al último concierto de Madrid fue solo, pero que cuando explicó en las redes que estaba nervioso por el viaje, otros seguidores de la artista estuvieron en todo momento pendientes de él. 

Asegura que si le dicen hace siete años que la cuenta iba a aguantar, no se lo habría creído. Lo que empezó como «hobbie temporal» continúa ahora como una admiración hacia Amaia que se dispara cada vez más. Más o menos de la misma edad, Daniel asegura sentirse identificado en ella y pocas cosas ve capaz de hacer a Amaia que le puedan disgustar. Hubo un par de momento en los que se planteó dejar la cuenta —cuando ve muchos comentarios de odio, imposibles de gestionar, y cuando en la pandemia no tenía contenido de las actuaciones—, pero que, al final, gana lo positivo. También pensó en cambiarle el nombre, aunque nunca se llegó a atrever. Amaia on the brain nace en la época de OT, cuando Daniel se obsesionó con la versión de Love on the brain que la cantante interpretó en el concurso: «Pensaba que estaba asociado a una época que ya no la representaba. Quería asociar la cuenta a ella como artista y no a Operación Triunfo, pero ahora ya es imposible».