El encuentro fortuito entre dos músicos bajo el Arco de Xelmírez que les lleva a dar conciertos juntos en Santiago

Hasta hace poco no se conocían personalmente, pero un encuentro fortuito en el Arco de Xelmírez, junto a la Catedral de Santiago, ayudó a que ambos no dudasen en tocar juntos. «Yo estaba con mi guitarra en el Arco; venía de una actuación con la tuna de Derecho», aclara Sebastián Fernández, el músico chileno que forma parte de la formación universitaria compostelana desde el año 2007 y que en la actualidad está al frente de su dirección musical. «Víctor estaba también allí con su violín. Sin cruzar la palabra ambos nos pusimos a tocar», añade, aludiendo al argentino Víctor Renaudeau, el violinista, con amplia experiencia en distintas orquestas de cámara de Latinoamérica, que tocó durante 15 años junto al conocido compositor y acordeonista argentino Chango Spasiuk —con quien realizó conciertos en festivales y teatros por diferentes países de Europa, Asia y América— y que, en la actualidad, y ya como solista, se encuentra inmerso en una gira por Europa que también le trajo a Galicia. «En todo ese transcurso, en esa gira mundial, te vas cruzando con gente… La música tiene eso; la capacidad de juntar... Pero hay con ciertos músicos y personas con las que ya de inicio tienes feeling...», destaca Víctor Renaudeau pensando en ese día en que ambos se conocieron en las escaleras que conducen al Obradoiro, en una jornada tras la que le propuso a Sebastián tocar juntos en varios conciertos en Santiago.

El primero tuvo lugar ya en el Café Literarios, en la Praza da Quintana. «Nos gustan mucho esos locales íntimos, más pequeños, que transmiten», señalan al unísono, coincidiendo ambos en la misma dirección. «Yo no creo que la música sea un espacio para agradar, sino para trascender, para tocar la fibra íntima, el corazón… La industria empuja a que todo sea ahora también en la música fast food, pero nosotros optamos por un repertorio que conmueve, que esté dentro del corazón», reflexiona Víctor Renaudeau.

«Yo accedí a su repertorio. Tocamos desde boleros a bossa nova. Lo importante es que la música llegue al corazón», ratifica Sebastián, quien se muestra feliz porque Víctor le haya invitado a tocar juntos. «Para un amante como yo de la música es una oportunidad», remarca pensando en la doble cita que ambos tendrán este fin de semana en Santiago.

El sábado ambos compartirán su música en el pub Malas Pécoras a partir de las 22.30 horas. El domingo, a partir de las 21.30 horas, el escenario será el Café Arume.

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