Las mejores notas de la PAU 2025 en Galicia: «Hay días en los que no toqué un libro»
SELECTIVIDAD

La mejor calificación en la selectividad gallega la ha obtenido el lucense Martín Casanova, que ha alcanzado un 9,96 en la parte obligatoria de los exámenes
13 jun 2025 . Actualizado a las 18:49 h.Ningún estudiante aguarda ser el estudiante más brillante de la selectividad cuando recibe las notas. Por mucho que las sensaciones sean buenas tras realizar los exámenes, la sorpresa al recibir la noticia es indescriptible. Lo corrobora Martín Casanova, el estudiante de Lugo que ha sacado un 9,96 en la parte obligatoria de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Es la nota más alta de Galicia. «Estaba con mis amigos de viaje e hicimos un vídeo en TikTok reaccionando a las notas, fueron saliendo me esperaba que fueran buenas, pero no tanto», comenta Casanova.
El estudiante del IES Leiras Pulpeiro lograba superar todos los exámenes con un 10, menos en Inglés y Lengua Gallega, donde se quedó con un 9,75, «pero no me puedo quejar», responde contento al teléfono mientras está a la cola de una atracción en PortAventura para disfrutar de su último verano antes de entrar en la facultad.
Quiere estudiar Derecho, una vocación que arrastra desde que estaba en Primaria. «Ya en cuarto o quinto me llamaba mucho la atención el mundo de las leyes y luego en 3º de la ESO nos llevaron de visita a los juzgados para asistir a un juicio penal». Esa primera toma de contacto con la profesión le ayudó a reafirmar su futura elección. «El interés me venía de antes, pero ahí fue cuando lo confirmé. Yo me veía trabajando ahí en el juzgado, no de abogado que fue algo que no me gustó mucho, pero las otras posiciones sí que llamaban la atención».
Quiere quedarse en Galicia y entrará en el campus de Santiago con un 13,96, si le suma las materias opcionales de Latín y Economía, en un grado cuya nota de corte se fijó en un 9,354 en el curso pasado. Los buenos resultados pillaron un poco por sorpresa a Martín: «Por ejemplo, en el examen de Historia había que detectar dos errores y yo solo había detectado uno, así que no me esperaba ni de lejos la nota que saqué, estaba flipando, no me lo creía».
«No tenía mucho hábito de estudio»
Aunque siempre fue muy buen estudiante. «No es que este año empezara, pero sí que es verdad que, al ser un curso más duro, no tenía mucho hábito de estudio, tenía que cogerlo y al final supongo que dio sus frutos». Aunque los nervios se acumulan los días previos a la selectividad, la clave, dice, es la preparación previa durante todo el año. «Yo recomendaría aprovechar el curso, al final la PAU es repasar lo que ya has visto, sí que tienes que estudiar y mirarlo en profundidad un poco más, pero si llevas bien el curso, la PAU la vas a llevar bien».
El alumno del Leiras Pulpeiro, donde reconoce que «hay muy buenos profesores», recalca la necesidad de buscar un equilibro entre los estudios, el ocio y el descanso. «No es que todos los días te tengas que poner a estudiar un número de horas o te fijes un horario súper rígido, yo hay días en los que no toqué un libro, también hay tiempo para descansar». Sin olvidarse de la organización y de la importancia de fijarse un hábito de estudio.
«Es fundamental. También a veces se dejan temas sin mirar pensando en que ya los mirarás de cara a la Selectividad, pero tienes que ir mirándolo durante el curso y para los exámenes. Así cuando ya llega el momento no es que sea más sencillo, pero sí más llevadero que si lo tienes que hacer desde cero». El futuro del lucense ya está más o menos encaminado, mientras disfruta de unas merecidas vacaciones en Salou para despedirse de una etapa académica y de meses de esfuerzo, nervios y mucho estudio.
Una estudiante de Negreira, segunda mejor nota de Galicia en la selectividad: «Tiñamos moi bos profesores no instituto e iso axudou moito»
Inés Rivas Blanco estaba este jueves pendiente de que el reloj marcase las ocho de la tarde para entrar en internet y consultar sus calificaciones en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). No le hizo falta, porque minutos antes de esa hora recibió en su móvil la llamada de la responsable de la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG) para felicitarla por estar entre las mejores calificaciones de Galicia. La joven de Negreira, estudiante del IES Xulián Magariños, obtuvo la segunda mejor calificación de la comunidad: un 9,92 que certifica el merecimiento del 10 con que finalizó el bachillerato. «Eu aínda non vira as notas, porque esperaba entrar ás oito en punto, e entereime por esa chamada. A verdade é que non mo esperaba». Con la media de bachillerato y optativas, se fue a un 13,87.
Porque, como le comentan unos padres felices con las brillantes calificaciones, «dinme que son un pouco pesimista, porque estes días estaba un pouco nerviosa polas notas». Y es que de algunos exámenes salió con la sensación de que podía haberlo hecho mejor, «aínda que no fondo sabía que me ía ir ben, porque o levaba moi traballado». Porque este curso, con la prueba que determina el acceso a la universidad a la vista, se aplicó con intensidad desde el inicio: «Eu intento levar as cousas ao día porque non me gusta meterme presión ao final, antes do exames, porque baixo presión non me saen as cousas moi ben. Que cantas horas ao día estudaba? Dependía do día e de se había exames, pero normalmente tres horas, máis ou menos. Antes da PAU máis. Non as contaba, pero practicamente todo o día, podían ser oito horas». Y ese esfuerzo se plasmó en las calificaciones: tres 10 en lengua española, en biología (su asignatura favorita) y en filosofía, la que menos le gusta; en las otras que computaron en su media final no bajó del 9.

Detrás del esfuerzo personal de Inés, ella destaca que «tiñamos moi bos profesores no instituto, e iso axudou moito; en especial o de química, Carlos Varela, e a de bioloxía, Patricia Portos, que son excelentes» docentes. Queda ahora disfrutar las notas con la familia y con los amigos: «Estamos todos moi contentos, porque a verdade é que a todos nos foi bastante ben». Y tras las merecidas vacaciones, la universidad: «Creo que vou poñer de primeira opción Medicina, aínda que tamén me gusta bastante biotecnoloxía». Su 9,92, a solo cuatro centésimas del primero de Galicia y a ocho de la perfección que supone el 10, le permite no preocuparse por la nota de corte. Porque la constancia en el estudio, en el caso de Inés Rivas y siempre, tiene su merecido premio.
Cristina Paz, tercera mejor nota de la PAU en Galicia: «El viernes salía con mis amigas y el domingo estudiaba ocho horas»
Lectora y viajera, disciplinada, muy curiosa y especialmente insistente en atribuir a su familia buena parte del mérito de sus excelentes resultados, Cristina Paz Pérez (A Coruña, 2008) obtuvo la tercera mejor nota de Galicia en la prueba obligatoria de la PAU. Un 9,8, que sumado a la media de bachillerato y a las optativas, le queda en un 13,68, más que holgado para entrar en el doble grado de Química e Física de la Universidade de Santiago en el que piensa matricularse. Desde primaria estudió en centros públicos, en el CEIP O Graxal de Cambre y el IES Monelos coruñés.
-¿Qué vas a hacer en verano?
-Dormir, descansar, ver a mis amigas y a ver si viajamos también.
-¿Cuántas horas dedicaste a estudiar este curso, aparte de las clases?
-Segundo de bachillerato fue estresante, la verdad. Si no tenía exámenes, 3 o 4 horas al día. Y el fin de semana, mucho más, 8, calculo. El viernes salía a dar un paseo largo con mis amigas, el sábado por la mañana tenía extraescolares y el resto ya era estudiar hasta el lunes.
-¿Siempre fue así?
-Siempre saqué muy buenas notas. En primaria, no tanto, porque me daba igual, pero después, sí. Tengo facilidad para estudiar.
-¿De qué depende tener facilidad?
-Me gusta mucho aprender. Cuando algo me interesa, como me pasó con algunas asignaturas del instituto, no me cuesta. Creo que una parte es suerte, porque cada uno tiene una cualidad y a mí, por ejemplo, no se me dan bien los deportes. También hay que tener metas claras, disciplina, ser constante y dedicarle tiempo, y para eso hay que tener un hábito adquirido desde pequeña. Es un conjunto de factores. Y el apoyo de la familia es muy importante.

-¿Cómo te alentó tu familia?
-A mí me ayudaron a profundizar en lo que me gusta, a abrir campos. Me metieron en una escuela de música y toco un poco el piano; me animaron con los idiomas [tiene el C1 en inglés y el B2 en francés], a hablarlos cuando viajamos, a irme fuera. De hecho, este verano estuve en Irlanda con una beca municipal. La familia es muy importante.
-¿Cuándo decidiste estudiar Física y Química?
-Hace pocos meses. Antes pensaba en Física sola o Ingeniería Aeroespacial. Mis asignaturas preferidas son Física, Química, Matemáticas y Dibujo Técnico.
-¿Qué te atrae de ellas?
-De Física, lo típico del espacio, las estrellas, de qué están hechas las cosas; es que el espacio es tan bonito... De Dibujo, pintar la realidad o lo que tienes en la cabeza para que lo puedan entender los demás, representar la realidad, vaya. Y de matemáticas, ser capaz de resolver problemas cotidianos.
-¿Cómo cuál?
-Por ejemplo, entender los datos de las estadísticas me parece muy importante para ver cómo evoluciona el mundo.
-¿Qué sensación tienes al dejar atrás el instituto?
-Es una mezcla de emociones. Por una parte, estoy ilusionada y con muchas ganas de disfrutar del verano, pero después de seis años me da pena. Y me gustaría desear mucha suerte a todos los que hagan ahora la extraordinaria, que les vaya muy bien.
El joven que paró a Lamine Yamal con el Celta es la mejor nota de la PAU en Vigo
«Que non hai quen pare a Lamine Yamal? Desculpe, don, discrepo», escribía en sus redes sociales Dennís Gregorio hace un año. Adjuntaba un corte de un partido del Celta contra el Barcelona en la Íscar Cup. «El Barça se apoya ahora en Lamine Yamal. Incorporación por la banda derecha», relataba el comentarista. «Muy atento ahora Dennís Gregorio para enviar el balón a córner», continuaba. Una acción defensiva que se quedó grabada en la memoria de un joven celtista, que, ahora, se ha convertido en la mejor nota de la PAU de este año en Vigo. Un 9,83 que también lo convierte en la séptima nota más alta de Galicia.
«Foi unha ledicia enorme. Toda unha sorpresa. É certo que tiña boas sensacións, pero non esperaba un resultado tan bo», explica. La nota le permite entrar a fisioterapia en la Universidade de A Coruña. Una vocación que descubrió conociendo lo peor del deporte: las lesiones. «Tiven dúas operacións de nocello e descubrín da man do meu fisioterapeuta Carlos Alonso e do seu equipo o que quería ser», explica. Por eso, también le gustaría especializarse en lesiones deportivas y, algún día, contar con su propia clínica.

«Penso que o ideal para afrontar a PAU e segundo de Bacharelato é tratar de reducir un pouco a presión. Sei que é doado dicilo, pero é importante levar as cousas con calma, desconectar e desfrutar dos amigos», indica. Fue su receta de éxito. Este año se enfrentaba a una nueva modalidad de PAU «na que había que estudar máis porque non se podía descartar nada», pero, «malia os nervios propios do exame», solventó con creces. De nuevo, destaca, «un dos factores máis importantes foi xestionar ben os nervios».
Dennís también quiere aprovechar para agradecer al profesorado del IES San Tomé de Freixeiro y del colegio Don Bosco su esfuerzo en sus diferentes etapas educativas. «A verdade é que tiven sorte con moitos mestres que atopei no camiño. Hai moito que agradecerlles», destaca la mejor nota en la PAU de Vigo.
La mejor nota de la PAU de Pontevedra será cirujana: «Foron dúas semanas de moito estudo, pero sempre hai que deixar sitio para a sesta»
Nerea Bernárdez Fernández tiene la nota más alta de la comarca de Pontevedra. Este jueves estaba dando un paseo en bicicleta con una amiga cuando la llamó su madre para decirle que tenía un 9,734. Ella sabía que ya se habían publicado, pero temiendo que no fuese tan buena como lo esperado, quería verla sola. La nota era tan buena que su madre no pudo aguantar y ella se lo agradece. Se acaba un curso largo como alumna del IES Valle-Inclán y dos semanas muy duras de estudio. Ahora cumplirá su sueño. Podrá estudiar Medicina. Su plan b era alguna filología. «Creo que entrarei sen problema porque o ano pasado estaba a nota de corte en 12,690. Quero ser cirurxiá», explica esta joven. Y es que ese 9,734 es la nota de selectividad, pero hay que añadir las de los exámenes opcionales que puede sumar hasta cuatro puntos más. Nerea sacó sendos dieces en Matemáticas II y Matemáticas aplicadas, así que finalmente tendrá un 13,7 sobre 14.

Aunque sabe que le ha dado duro estos últimos días, todavía se sorprende por la nota. Sonríe y mantiene una calma, que reconoce que perdió algunos días. ¿El secreto? No tiene. O bueno, si dormir la siesta cada día se considera una virtud, Bernárdez es una virtuosa. «Sempre hai que deixar sitio para a sesta, despois de seis horas de clase, descanso e estudo», dice con una carcajada.
Al margen de las bromas, Nerea llegó a la PAU con un expediente académico excelente. Acabó segundo de bachiller con un 10 en todas las asignaturas. «Sempre fun de boas notas, pero a mellora foi progresiva dende primaria ata bacharelato. En secundaria ía ben, tiña notables, pero ao chegar ao bacharelato xa me puxen en serio», explica esta joven de Poio, que estudió primaria en el CEIP de Carballedo, en Cotobade. Aunque sus notas siempre fueron buenas y está feliz de poder matricularse en Medicina y ser la primera doctora en su familia, es de las que cree que hay que tener tiempo para todo. No practica deporte, pero sí está en la banda de acordeones de Campelo y le gusta salir mucho con sus amigas y leer. «Durante o curso lía, pero estas últimas dúas semanas nada, estaba un pouco máis agobiada», comenta un día después de saber que su expediente es de los mejores de Galicia.
Antes de sentarse a estudiar vio varios reportajes sobre los métodos de estudio de alumnos que habían sacado muy buenas notas en años anteriores. Muchos de ellos explicaban que hacían un horario para poder estudiar de forma organizada y no dejar nada atrás. Nerea decidió que copiaría ese sistema hasta que se sentó a estudiar. «Fixen o horario, pero non son moi organizada e ao final ía estudando o que me apetecía en cada momento. Estudaba mañá e tarde, iso si», asegura esta joven, que hoy dedicará el día a ir a la graduación de una amiga y a pensar ya en el carné de conducir. La Medicina le espera.
Elena Flórez, la mejor de la PAU en Ourense: «Haré Medicina. Entender cómo funciona el cuerpo y por qué pasan las cosas me parece muy interesante»
Elena Flórez Sánchez (Ourense, 2007) salió de las pruebas de acceso a la universidad moderadamente satisfecha pero sin estar del todo convencida de que conseguiría su objetivo: «Haré Medicina. Entender cómo funciona el cuerpo humano y por qué pasan las cosas me parece muy interesante y cuando pensé en qué me gustaría hacer los próximos años decidí que eso es lo que más me va a llenar». Finalmente podrá cumplir su deseo. «Quiero estudiar en Madrid, en la Complutense. Creo que es el momento de salir y conocer otros lugares», dice esta joven que ha logrado el mejor resultado de los que se examinaron en Ourense. Elena sacó un 9,804 en la prueba general y su nota ponderada con las optativas le da un 13,7. «Para la facultad a la que quiero ir necesitaría un 13,261», aclara. Ahora sabe que le sobra pero, por si no lo lograba, tenía en la recámara un plan B: «Optaría a Matemáticas, que también se me da bien».

Elena reconoce que nunca tuvo problemas para sacar buenas notas —su primera etapa escolar fue en el Guillelme Brown y en cuarto de la ESO pasó al IES As Lagoas, donde terminó el bachillerato—, pero también asegura que le echa horas. «Siempre he preferido dedicarle tiempo porque me gusta sentirme segura e ir a los exámenes sintiéndome con confianza», relata esta joven a la que se le dan bien tanto las materias científicas como las de letras. Las tres semanas previas a la PAU no escatimó esfuerzos y cuenta que la biblioteca ha sido su mundo durante once horas al día de lunes a domingo. «El año ha sido en general, duro», asegura Elena que, pese a ello, no ha querido dejar del todo los entrenamientos con el Dompa de voleibol, en el que milita. «Este año he ido un poco menos, pero es algo que incluso me ha ayudado a descargar la cabeza y la tensión», dice. El deporte es una de sus pasiones, junto a la lectura. «Me gusta la novela negra, policíaca, cuanto más intriga, mejor», aclara. En cuanto a cómo se ve en el futuro, Elena no tiene aún no tiene del todo claro qué especialidad le seduce más. «Imagino que lo veré durante la carrera, pero la cirugía pediátrica me parece interesante y también me gusta la neurología», matiza.
La ferrolana Ángela Monteagudo brilla en la PAU: «Mi sueño es estudiar Medicina y ahora lo voy a cumplir»
Con una calificación de 9,760 en la Prueba de Acceso a la Universidad, Ángela Monteagudo, del IES Canido de Ferrol, obtuvo la segunda nota mejor nota PAU de la comarca, por detrás de Laura Vispalia, de As Pontes, que logró un 9,864. Pero, sin embargo, superó a esta en la nota de admisión (sumando las calificaciones de la fase voluntaria) al obtener un 13,760, frente al 13,614 de la pontesa.
Como Laura, Ángela no se esperaba para nada unas calificaciones tan altas. «Fíjate que el primer día no salí nada contenta. Los nervios me jugaron una mala pasada en el examen de lengua española, en el que saqué un 8,5, y tampoco salí muy contenta de biología, aunque ahí sí que me falló la intuición, porque al final saqué un 10», comenta esta estudiante con una nota media de bachillerato de 10.

Ángela emprenderá ahora un camino que la llevará a dar continuidad a la tradición familiar. «Mi padre es dermatólogo, y mi madre, pediatra. Yo desde muy niña ya tuve claro que quería estudiar Medicina y ahora voy a poder cumplir mi sueño», dice entusiasmada Ángela, que ya ha decidido que hará la carrera en Santiago.
Como otros muchos estudiantes brillantes, considera que para obtener buenos resultados en la PAU no hay más secreto que la constancia y el trabajo a lo largo de todo el curso, aunque también recomienda «dosificar las fuerzas para no llegar agotada a mayo». ¿Cómo se puede cuantificar la palabra constancia en tiempo? «En mi caso, yo dedicaba al estudio unas tres horas y media o cuatro horas al día, y luego, ya en los días previos a la PAU, entre 8 y 11, aunque nunca después de las diez de la noche, porque creo que dormir es fundamental», anota Ángela.
La joven echa flores a sus profesores del IES Canido —«son todos geniales, sobre todo Macamen, de biología»— y también agradece el apoyo de sus compañeros y familiares, en especial de su hermana Inés. «Cuando me entraban las dudas sobre si entraría en Medicina, ella me decía, ‘Ángela, tú puedes', y ver que creía en mí me motivaba un montón».
La pontesa Laura Vispalia, en el «top 10» gallego de la PAU: «Quiero ser profesora de matemáticas»
Laura Vispalia Díaz, del IES Moncho Valcarce de As Pontes, siempre ha sido una alumna de sobresalientes, pero ni en sueños se esperaba las notazas que ha cosechado en la selectividad. En la Prueba de Acceso a la Universidad (que se obtiene combinando la calificación de la fase obligatoria de la selectividad con la media de Bachillerato), logró un 9,864 sobre 10, lo que en el ránking de las notas PAU la aúpa a lo más alto del podio de la comarca y al cuarto puesto de Galicia. Y como nota de admisión —que es la que se utiliza para competir por las plazas de los grados universitarios, sumando para ello las calificaciones de la fase voluntaria—, logró un 13,614 sobre 14. No fue en este caso la más alta de la comarca, pero sin duda le basta y sobra para hacer la carrera de sus sueños.
Hija de una profesora de Tecnología en secundaria y nieta de un abuelo catedrático y un abuela maestra, Laura ya tiene claro su destino: «Quiero estudiar Matemáticas para ser profesora de instituto de esta materia», comenta convencida. «Desde siempre me ha atraído el mundo de la enseñanza y sobre todo me gustaría poder ayudar a los alumnos a los que les cuesta más avanzar en sus estudios», dice esta alumna con vocación por las aulas.

En la fase general de la selectividad, Laura saldó los exámenes de matemáticas con un 10 en ambos casos, mientras que en lengua española sacó un 9,75, y en inglés y gallego, un 9,5 en cada una. Al preguntarle por el éxito de estas brillantes calificaciones, no lo duda: «La constancia y la organización a lo largo de todo el curso son claves, es decir, no ir a lo loco», comenta Laura.
En cuanto su método de estudio en los días previos a la PAU, esta alumna optó por hincar los codos en casa, aunque no en un lugar fijo. «A veces estaba en mi habitación, como hizo muy buen tiempo también salía mucho al porche para estar al aire libre y también me leía los apuntes tumbada en el sofá... ¡Después me dolía todo el cuerpo de estar en la misma postura mucho tiempo!», comenta entre risas Laura, que confiesa que le gusta subrayar, aunque no hace esquemas. Y cuenta además que le ayudó mucho sentirse arropada por su amiga Noa. «Una vez al día hacíamos una videollamada para repasar juntas y desconectar, nos dábamos apoyo mutuo y ella también sacó muy buena, un 13,5», comenta con cariño hacia su compañera.
También agradece el respaldo que le brindaron su familia (sobre todo de su madre, Tere, a la que siempre recurría cuando flojeaban las fuerzas), sus amigas y los profesores del IES Moncho Valcarce de As Pontes. «Muchas de las cosas que salieron en los exámenes ya las habíamos machacado mucho con ellos en el instituto».
Carmen López, estudiante de Monforte: «No esperaba este resultado, porque no salí muy satisfecha de los exámenes»
Una alumna del instituto Río Cabe de Monforte, Carmen López Fernández, obtuvo la nota más alta del sur lucense en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), en la que recibió una puntuación de 9,684 sobre diez. Su nota media en bachillerato —que cursó en la especialidad de Ciencias y Tecnología— fue de 9,94.
—¿Cómo se encuentra después de obtener este resultado?
—La verdad es que no me lo esperaba, porque no salí muy satisfecha de los exámenes. No contaba con sacar una nota como esta, pero estoy contenta porque salió todo bien.
—¿Le parecieron muy difíciles los exámenes?
—Depende de la asignatura, porque alguna fue más complicada que otra. Pero en general no me parecieron demasiado difíciles. Fueron más o menos como esperaba que serían, es decir, lo que creo que es lo normal en este tipo de exámenes.
—¿Cómo se preparó para estas pruebas?
—Al principio me preparé un horario para estudiar y lo fue siguiendo, pero después ya no me ajusté tanto a ese programa porque era muy cansado. Según iba estudiando, me centré en repasar más lo que menos conocía.
—¿Cómo hizo para compaginar los estudios con el tiempo libre?
—La verdad es que no tuve mucho tiempo libre mientras para preparaba la PAU. Simplemente, cuando me encontraba cansada, me detenía para reposar y me distraía un poco, pero sobre todo me dediqué a estudiar. Mientras lo hacía, el tiempo libre que tuve fue muy poco.

—¿Ya ha decidido lo que quiere estudiar a partir de ahora?
—Todavía estoy dudando entre estudiar ingeniería aeroespacial o bien ingeniería civil y administración de empresas. Tengo que tenerlo decidido cuando se abra el plazo para escoger el orden de preferencia de las universidades en las que se quiere cursar los estudios.
—¿Y en qué centro le gustaría estudiar?
—Sería en la Universidad Politécnica de Madrid, tanto si me decido por una opción como por la otra.
—Va ser un cambio de vida muy grande.
—Sí, porque pasar a estudiar en la universidad es muy diferente de hacerlo en el instituto. Ahora tengo que empezar a buscar un lugar de residencia y pensar en cambiar de vida.