Un documental de factura gallega pone cara a la tragedia de la pandemia
PLATA O PLOMO
Filmin estrena este lunes «Covid-19: El lado humano», un audiovisual grabado en Madrid durante la primera ola bajo la dirección del ferrolano Carlos Caraglia
08 mar 2021 . Actualizado a las 19:38 h.Carlos Caraglia (Ferrol, 1969) es un documentalista valiente, que trabaja a golpe de impulsos y no se arredra ante las dificultades. Si hace unos pocos años movió cielo y tierra para viajar a la Antártida y fotografiar los devastadores efectos del cambio climático, en marzo del 2020 tuvo claro que su sitio estaba en la zona cero de la pandemia. «Me pasé las primeras horas del confinamiento pegado a la televisión, pendiente de lo que estaba pasando en Madrid, y decidí que tenía que ir allí para grabarlo y contarlo», rememora.
Acompañado del cámara Gonzalo Pulido, Caraglia puso rumbo a la capital y allí filmó durante dos meses el drama que no se veía en las noticias. Puso el foco en cuatro hospitales. Entrevistó a pacientes, familiares y personal sanitario. Y en las calles también colocó frente a su cámara a policías, bomberos, militares de la UME, empleados de supermercados, voluntarios del movimientos makers... En definitiva, a los protagonistas de aquella primera ola de la pandemia: los que sufrieron el virus en sus propias carnes y también los que lo combatieron en primera línea.
El resultado de aquellas intensas semanas de grabaciones es el documental Covid-19: el lado humano, que este lunes 8 de marzo se estrena para el gran público en la plataforma Filmin -donde la cinta se puede alquilar sin necesidad de ser suscriptor-, con el sello de Earth 360, la pequeña productora que Carlos Caraglia comanda en Ferrol. Además, el audiovisual también se podrá ver pronto, traducido al inglés, en Amazon Prime Video en Reino Unido y Estados Unidos.
Poner rostro a las estadísticas
El documentalista explica que siempre tuvo claro el objetivo de su proyecto: mostrar el lado más humano de los protagonistas de aquella primera ola, más allá de las frías estadísticas, «huyendo de sensacionalismos», de forma objetiva y sin edulcorar la realidad. «Lo que se ve en el documental no deja de ser una tragedia, pero también es muy emotivo y tiene un gran carga de humanidad», explica Caraglia.
La cinta pone nombre y apellidos a las víctimas de la pandemia a través de historias muy duras, como la que vivió el matrimonio formado por Manuel y Teresa, con los que el virus se ensañó. «Los dos lograron salir adelante, pero él estuvo ingresado en la UCI ochenta días y ella pasó la enfermedad en su casa, en soledad y angustiada por el estado de su marido», cuenta Caraglia.
«Nadie está preparado para ver algo así, grabar en una UCI ha sido mi experiencia más extrema como documentalista, y es innegable que presenciamos momentos duros y horribles, pero también he sido testigo de la bondad y la generosidad más absoluta. Esta no es solo una historia de muerte. Hay mucha vida, amor y esperanza detrás de la pandemia. Creo honestamente que mi documental es infinitamente más emocional que trágico», resume el ferrolano sobre la esencia de Covid-19: el lado humano.