«La investigación rompe con la idea de que la Antártida es un entorno inalterado», apunta Begoña Pérez, primera autora del estudio e investigadora del Instituto Oceanográfico
Afirma que los efectos del deshielo obligarán a redibujar el mapa: «Nosotros no veremos las consecuencias y tampoco será el fin del mundo, nos adaptaremos»
Reivindica su protagonismo en la historia de la navegación apuntando a sus descripciones de la zona en febrero de 1678 y «mucho antes de que lo hicieran los ingleses, holandeses, rusos o norteamericanos»
El experto en corrientes oceánicas ofrece el próximo martes una charla en el castillo de Santa Cruz de Oleiros sobre los efectos del deshielo en el planeta