«Tiempo de victoria»: Las luces y sombras de la dinastía de Lakers en los 80

G. A. LOS ÁNGELES / EFE

PLATA O PLOMO

.

La serie documental cuestiona la imagen de aquel mítico equipo con una escuadra que marcó una época

07 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La nueva serie dramática de HBO, Tiempo de victoria: La dinastía de Los Lakers, ofrece una mezcla explosiva de los entresijos de la NBA y la cara menos conocida de Los Ángeles Lakers de los 80, con Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar como protagonistas.

La producción da una de cal y otra de arena a la liga norteamericana de baloncesto y cuestiona la imagen de aquel mítico equipo de los Lakers, una escuadra que marcó una época para sus seguidores, sentó las bases de la industria y convirtió a los jugadores en superestrellas de la cultura pop.

Se trata de una producción de ocho capítulos que está dirigida y coproducida por Adam Mckay, quien acumula recientes éxitos gracias a la serie Succession y a las películas El vicio del poder o No mires arriba.

Es una adaptación con partes ficcionadas del libro Showtime: Magic, Kareem, Riley, and the Los Ángeles Lakers Dynasty of the 1980s, del escritor deportivo Jeff Pearlman.

«Es una historia que habla de dos mundos que se mezclaron, el baloncesto y los negocios, hasta cambiar la industria del deporte y cómo la vemos ahora», explicó Quincy Isaiah, que interpreta a Magic Johnson en la serie, durante una entrevista con Efe.

Quincy Isaiah y su compañero Solomon Hughes (Kareem Abdul-Jabbar) son dos actores con escasa trayectoria, dos rookies en la jerga del básquet, pero ya conocen la presión tras la expectación que está generando la serie.

Tiempo de victoria no genera simpatías entre la inmensa mayoría de los miembros de aquellos Lakers de los 80, quienes se negaron a aportar su visión para el proceso de documentación de la producción. Como consecuencia de esta negativa, según sus creadores, tuvieron que hacer «investigaciones propias» para complementar la historia.

A lo largo de la serie se pone la lupa en la parte deportiva de una hornada espectacular de jugadores, pero también en la faceta más ególatra de unos protagonistas carcomidos por un éxito fulgurante.