La caída de un magnate del sector automovilístico

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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El ejecutivo habla por primera vez de su huida al Líbano en la serie documental de Apple TV+ «Se busca: Carlos Ghosn»

28 ago 2023 . Actualizado a las 08:58 h.

La huida de Japón en el año 2019 del expresidente de Nissan Motor Carlos Ghosn fue un rocambolesco episodio que sigue siendo, a día de hoy, un quebradero de cabeza para las autoridades del país. El antiguo ejecutivo había sido detenido en noviembre del 2018 por ocultar presuntamente parte de sus ingresos y trasladar a la empresa automovilística las pérdidas derivadas de sus inversiones personales. Tras conseguir la libertad bajo fianza con el compromiso de estar vigilado 24 horas y restringir sus movimientos, estaba siendo procesado cuando escapó al Líbano en un avión privado. Supuestamente logró huir escondido en la caja de un instrumento musical aprovechando la fiesta navideña celebrada en su casa de Tokio.

La historia del expresidente de Nissan, de Renault y de Mitsubishi, que llegó a ser una de las figuras más poderosas del sector automotor a nivel global, protagoniza la serie documental de Apple TV+ Se busca: Carlos Ghosn.

El documental incluye el testimonio de Mike Taylor, el ex Boina Verde que orquestó la angustiosa fuga del directivo, y del propio Carlos Ghosn, quien, por primera vez, cuenta su versión de esta historia.

 

La serie está inspirada en el libro Boundless, de los reporteros de The Wall Street Journal Nick Kostov y Sean McLain, e incluye entrevistas y vídeos inéditos de personas relacionadas con el ejecutivo. 

El pasado mes de junio, Ghosn presentó ante un tribunal libanés una demanda contra su antigua empresa y varios responsables de la misma por «orquestar» el arresto que sufrió en Japón en el 2018 y que él justifica en su creencia de que en su país no recibiría un juicio justo por sus presuntas irregularidades.

Se cree que en su huida, Ghosn tomó un tren de alta velocidad desde Tokio a Osaka, y con la ayuda de dos cómplices, embarcó, escondido en un baúl y sin pasar por ningún control migratorio, en un avión en el aeropuerto internacional de Kansai que lo llevaría a Estambul, desde donde voló después a Beirut. Al Líbano entró con pasaporte francés y documento de identidad libanés.