Los creadores de «La que se avecina» rechazan el regreso del actor Eduardo García: «Después de llamarnos cocainómanos, igual está feo»
PLATA O PLOMO

Laura y Alberto Caballero, que graban ya la decimoséptima temporada, vetan al actor que encarnó a Fran tras sus críticas al entorno de trabajo
13 jun 2025 . Actualizado a las 17:26 h.Eduardo García, que se hizo famoso como el niño tanto de Aquí no hay quien viva —donde era Josemi— y de La que se avecina —era Fran—, quiere regresar a la interpretación. Lo decía en una reciente entrevista a TardeAR en la que explicó cómo, durante años, su vida se torció. Ahora se muestra dispuesto a regresar a una futura temporada de La que se avecina. Pero los creadores de la serie, los hermanos Laura y Alberto Caballero, le han cerrado la puerta en los morros, y han pasado llave desde dentro. «Después de llamarnos cocainómanos, igual está feo, ¿no?», ha contestado Alberto ante preguntas de un reportero.
Mientras su hermana miraba con expectación, Caballero intentaba ser todo lo cordial posible, aunque sin dejar de ocultar su enfado con el joven actor. «Que le vaya muy bien en su regreso a la interpretación y que tenga mucha suerte con su reencuentro con el audiovisual», le deseó, pero advirtiendo que sus caminos no se iban a cruzar jamás. «Con nosotros, desde luego, con todo el cariño del mundo, no va a suceder», zanjaron los productores y guionistas, que ya se encuentran grabando la decimoséptima temporada, aunque aún no se han emitido ni la 15.ª ni la 16.ª.
Para encontrar el origen de esta herida que se ha reabierto con el deseo de Edu García de volver a La que se avecina hay que remontarse a años atrás. Como primera parada en esta enemistad está su carrera como rapero, bajo el nombre artístico de Dudu, que inició en el 2013, tan pronto abandonó su carrera como actor.
Tres años después del arranque de su nueva faceta artística, lanzó su tema más polémico, Parador de Valdesquí, en el que, de manera muy explícita, se refería a la situación que tuvo que vivir como niño actor. En ella, arremetía sin tapujos contra los responsables de las populares series de ficción, especialmente, hacia Alberto Caballero, al que tildaba de explotador. «La auténtica mafia son ellos, chaval, ladrones de infancia, grupos secretos [...] jornadas de 24 horas aún siendo menor de edad y no me disteis las gracias, y de horas extras mejor ni hablar», recitaba en su tema, «otro te hubiera denunciado, toda la pasta te habría sacado». Aunque no alude explícitamente a él, menciona el apellido del guionista y productor cuando dice: «Siempre he sido un caballero».
El tema de las drogas y las malas prácticas aparece al comienzo del rap. «Encuentra cien mil, declaran la mitad / Encuentran diez kilos, cinco llegarán / Preguntan por ahí dónde está lo demás / En menos de un mes en la calle estará / Por el mismo sello el doble pagarás», dicen algunos de su primeros versos, que nunca explicitan el consumo de ninguna droga.
La letra de la canción, atando cabos, coincide con declaraciones posteriores del entonces rapero en el pódcast Club 113, con los youtubers Goorgo, Nil Ojeda y Werlyb. Allí aseguró que, aunque recordaba su paso por la televisión «con mazo cariño», también había sombras muy oscuras, especialmente para un niño de 12 años, la edad que tenía cuando empezó.
«Algunas cosas fueron un tanto prematuras», declaró, «yo tenía 12 años y tampoco es que a un niño haya que ponerle una venda en los ojos, pero es edad de hacer cosas de niño de 12 años». Según él, no fue así. «Hay cosas que quizás no debería haber visto».
Por suerte, tenía la guía de su padre al llegar a casa, que, ante los relatos que él contaba del set de rodaje, era capaz de aconsejarle cuáles eran los caminos a seguir y cuáles a evitar.
Sin embargo, no fue suficiente para que su vida se descarriara, como contó recientemente en TardeAR. «Tuve un tiempo que me torcí bastante, para qué nos vamos a engañar... A ver, tampoco he sido malo, pero que he sido muy golfete, pues sí, lo reconozco. Ese acto también a veces de rebeldía, y las cosas no se arreglan así, no se arreglan haciendo el gamba por ahí», confesó.
«Yo siempre he tenido ganas de vivir esa infancia que no viví. Como fue tan prematuro y repentino, hay ciertas cosas que los chavales de 12 años hacían como todos, y que yo me vi coartado para hacerlas. Yo veía a otros niños que tenían otras libertades y añoraba un poco eso», lamentó el actor.