Eduardo García, el niño de «Aquí no hay quien viva», reaparece en televisión: «Tuve un tiempo que me torcí bastante»
TELEVISIÓN
El actor de 33 años, que dio vida en la ficción a Josemi Cuesta, trabaja como camarero en Toledo y vive con sus padres
07 jun 2025 . Actualizado a las 11:41 h.Alcanzó el éxito siendo un niño, como el inolvidable José Miguel de Aquí no hay quien viva, el travieso hijo del presidente de «esta nuestra comunidad» de la calle Desengaño Juan Cuesta y de su mujer, Paloma, papeles interpretados por José Luis Gil y Loles León. Con tan solo 11 años, Eduardo García se convirtió en uno de los niños actores más queridos de la televisión española gracias a esta serie emitida entre los años 2003 y 2006 en Antena 3.
Tras el final de la serie, continuó su carrera en el mundo de la interpretación durante un tiempo. Al igual que muchos de sus compañeros de reparto, se incorporó al spin off creado también por Alberto Caballero para Telecinco. En La que se avecina dio vida a Fran, el hijo adolescente irresponsable y rebelde de Enrique Pastor. Pero el joven abandonó el proyecto en el antepenúltimo episodio de la sexta temporada y se apartó de la televisión. En su momento más álgido de su carrera, participó en películas como Torrente 3: El Protector, en programas como La Hora de José Mota y en otras series, como El Internado.
De ahí dio el salto al mundo de la música. Rebautizado como Dudu, fundó un grupo de rap (LFAM) y lanzó la canción Los burlaos, cuyo videoclip se hizo viral —aparecía el actor consumiendo droga con sus amigos—. En el 2017 lanzó uno de sus temas más polémicos, Parador de Valdesquí, en el que arremetía duramente contra Caballero. «Jornadas de 24 horas aun siendo menor de edad, y no me disteis las gracias y de horas extras mejor ni hablar, otro te hubiera denunciado, toda la pasta te habría sacado».
En la actualidad, Eduardo García, de 33 años, vive con sus padres, «que me ayudan, me mantienen como pueden», ha explicado el joven al programa TardeAR. «He estado bastante tiempo fuera de todo esto», ha explicado en una entrevista telefónica con el programa de Telecinco, en la que ha reconocido que en los últimos diez años ha vivido los peores momentos de su vida y que ha tenido muy malas compañías que le han llevado a hacer cosas que no debía. «Tuve un tiempo que me torcí bastante, para qué nos vamos a engañar... A ver, tampoco he sido malo, pero que he sido muy golfete, pues sí, lo reconozco. Ese acto también a veces de rebeldía, y las cosas no se arreglan así, no se arreglan haciendo el gamba por ahí».
El intérprete, que trabaja como camarero de manera ocasional en Toledo, ha asegurado que aquel éxito tan repentino en una etapa tan temprana de su vida le pasó factura. que ese éxito tan repentino le pasó factura. «Yo siempre he tenido ganas de vivir esa infancia que no viví. Como fue tan prematuro y repentino, hay ciertas cosas que los chavales de 12 años hacían como todos, y que yo me vi coartado para hacerlas. Yo veía a otros niños que tenían otras libertades y añoraba un poco eso», ha apuntado en la conversación con un periodista del programa presentado por Frank Blanco. «Cuando ya dejé de currar, como un acto de rebeldía, mi interior dijo: "Coño, yo no he vivido eso de ‘chicos, hemos quedado'". Porque en vez de llegar a las ocho de la tarde de patinar con tus amigos, llegaba a las dos de la madrugada».
El periodista de TardeAR que ha conseguido la entrevista con Eduardo García asegura que, a pesar de que no quedó contento de su experiencia, al joven le gustaría volver al mundo de la interpretación. «Está decepcionado con algunos compañeros de LQSA porque algunos no le han cogido el teléfono».