Los jóvenes creadores despiden Cibeles y Montesinos rinde homenaje a Balenciaga Punto y final. La savia nueva despidió la edición número 35 de Cibeles dividida en dos tendencias: la sobriedad y la alegría. Entre ellos estuvo el gallego Jorge Vázquez, que se perfila como nueva promesa de la moda española. El espectacular fin de fiesta a cargo de Francis Montesinos quedó empañado por la reciente muerte del hermano del diseñador valenciano, por lo que no hubo grandes puestas en escena, ni vestido de novia, ni música apoteósica. Su colección fue un homenaje a Balenciaga y a la alta costura.
22 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.El desfile de jóvenes diseñadores que se celebró en la última jornada de Cibeles acogió el estreno del joven diseñador de Betanzos Jorge Vázquez. Pese a su larga experiencia -ha trabajado en Zara, con Antonio Pernas y con Ángel Schlesser- desfilaba en Cibeles por primera vez. Este joven de 29 años se perfiló como una de las futuras promesas de la moda española con una colección inspirada en la campiña inglesa con un toque de ingenuidad para el día y aires sofisticados para la noche. Su prenda estrella fueron los vestidos en muselina de seda con diminutos volantes cosidos a mano en el pecho y en el bajo. La jornada había comenzado con el aire setentero de Ailanto (los vizcaínos Iñaki y Aitor Muñoz) y Miriam Ocariz. Ambos coincidieron en el uso de camisas estrechas, que acompañan a faldas bajas de cintura o pantalones de pata ancha. El momento más divertido del día llegó con Alejandro Sáez de la Torre, responsable de la marca Porfin!. Sus diseños, sólo aptos para jóvenes y adolescentes, llenaron de frescura la pasarela e hicieron sonreír a los modelos, tocados con pelucones de cartulina blanca. También Yohuate (la madrileña Sara Nogueira) apostó por el espectáculo para mostrar su colección marcada por la mezcla de tejidos y colores. Macarena Kindelán convirtió la pasarela en un mundo de cuento con corpiños de terciopelo bordado, casacas de moaré y lana ribeteada.