Cientos de indígenas brasileños apoyan a productores de arroz blancos que se oponen a que se cree una demarcación de 1,7 millones de hectáreas para uso exclusivo de los macuxis
08 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.?entenares de indígenas y agricultores blancos mantenían ayer aislado por tercer día consecutivo al estado amazónico de Roraima (norte de Brasil), al bloquear las carreteras que lo comunican con Venezuela, Guyana y el resto de Brasil. Los comerciantes de la capital estatal, Boa Vista, cerraron desde el miércoles sus negocios en apoyo a las manifestaciones contra la creación de una gigantesca reserva indígena. El corte de carreteras comenzó a provocar la escasez de ciertos productos, como hortalizas. Tres misioneros católicos favorables a la reserva seguían también por tercer día consecutivo en manos de los indios macuxis. Las protestas las desató la decisión del gobierno federal de homologar antes de fin de mes la reserva de Raposa-Serra do Sol, en el noroeste del Estado, con 1,7 millones de hectáreas continuas, lo que provocará la expropiación de un puñado de arroceros blancos y la retirada de otros 800 blancos. Doscientos indios macuxis, aliados de los agricultores blancos, ocupan desde el martes la sede de la Fundación Nacional del Indio (Funai), en Boa Vista, para exigir que la reserva no incluya las áreas agrícolas. Indemnizaciones El ministro brasileño de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, tiene previsto recibir esta semana en Brasilia al gobernador del Estado, Flamarion Portela, quien se opone a la creación de la reserva por estimarla «demasiado grande». Bastos y Flamarion deben negociar las indemnizaciones a 67 agricultores blancos instalados en la reserva. «No queremos una reserva en área continua, somos mayoría entre los macuxis. La minoría está vinculada a oenegés y a la Iglesia católica», declaró al diario O Globo el jefe de los indios que ocupan la Funai, Jonás de Souza Marculino. El presidente de la Funai, Marcio Gomes, afirmó que la demarcación de la reserva es «irreversible» y que el conflicto lo protagonizan «una minoría de indígenas reclutados por siete productores de arroz». El oeste del Estado de Roraima está ocupado por otra reserva indígena aún mayor, la de los indios yanomamis. Esa demarcación se extiende sobre 9 millones de hectáreas en los estados de Roraima y Amazonas.