Doña Sofía celebró su 67.º aniversario en la clínica, con su nieta como «mejor regalo» El flamante padre reconoce que a la niña la coge «bien, pero con mucho tiento».
02 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Dos días después del nacimiento de su hija, el Príncipe de Asturias reanudó ayer su agenda oficial con la visita a la Residencia de Estudiantes de Madrid, de la que es presidente de honor. Don Felipe, traje gris de terciopelo, camisa blanca de cuadros y corbata naranja a rayas, presidió durante una hora la reunión del patronato, en el que se informó de las actividades programadas por la institución el pasado curso, así como de los proyectos para el año 2006. Luego visitó la exposición Viajes a las islas invitadas. Manuel Altolaguirre (1905-1959) realizada con motivo del centenario del poeta. Tras el trasiego de dos frenéticos días en la clínica Ruber, don Felipe admitió en una comparecencia informal con los periodistas que no había podido preparar la reunión de la Residencia de Estudiantes como le hubiese gustado y fue cuando confesó que en estos días se encuentra «un poco desconectado» de ciertas cuestiones. Cumpleaños de la Reina El príncipe Felipe habló de su mujer y de su hija, de las que dijo que se recuperan bien, y sobre la pequeña reconoció que cada vez la coge más en brazos, que la coge «bien, pero con mucho tiento». La Reina no podía imaginar una forma mejor de celebrar su 67.º cumpleaños que en compañía de la infanta Leonor. Estar junto a la recién nacida fue, según la feliz abuela, el «mejor regalo» que recibió en la jornada. Doña Sofía llegó a las dos de la tarde a la clínica Ruber Internacional, donde la esperaban los Príncipes de Asturias y su primogénita, a los que se sumaron después los duques de Lugo y los familiares de Letizia Ortiz. Los últimos en llegar al festivo almuerzo fueron la infanta Cristina; su marido, Iñaki Urdangarín, y su hija Irene, que hasta ahora habían permanecido en su residencia de Barcelona por «motivos de agenda» y no habían tenido oportunidad de conocer a la recién nacida. La hija menor de los Reyes no habló con los periodistas, pero saludó amable a una señora que sufrió las quejas de los fotógrafos al cruzarse cuando los duques de Palma estaban posando. El Rey fue el único que no pudo participar en la comida. Doña Sofía sólo explicó que don Juan Carlos estaba «ocupado». La familia real celebra sus aniversarios en privado, por lo que el palacio de la Zarzuela no acostumbra a dar información sobre las actividades no oficiales. Sin embargo, otras informaciones señalan que el Rey seguía desde su despacho el debate sobre el Estatuto catalán.