Muhammad Yunus, el banquero de los pobres, premio Nobel de la Paz

A. Prádanos MADRID

SOCIEDAD

FARJANAK GODJULY / AFP

El comité alaba sus microcréditos como medio en la lucha contra la miseria El economista ya ha anunciado que donará el galardón, de 1,4 millones de euros

13 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Muhammad Yunus (Bangladesh, 1940) aprendió primero las bases de la ortodoxia económica y financiera para, una vez doctorado, ponerlas del revés con su revolucionaria idea de los microcréditos: prestar dinero a los más insolventes, a aquellos que nada pueden ofrecer como aval o garantía y a los que los bancos convencionales ni siquiera dejarían cruzar la puerta. Ayer, la concesión del Premio Nobel de la Paz 2006 reconoció el poder redentor de una iniciativa que ha sacado de la miseria extrema a millones de personas en decenas de países. «Una paz duradera no puede lograrse sin que una parte importante de la población encuentre los medios para salir de la pobreza. El microcrédito es uno de esos medios». Ole Danbolt Mjoes, presidente del Comité Nobel, justificaba así la concesión del galardón al llamado banquero de los pobres y a las tres décadas de funcionamiento de su Banco Grameen. Yunus comenzó «con lo que tenía en el bolsillo», 27 dólares. Sus clientes no podían recurrir a un banco tradicional y su única opción, como la de millones de desheredados, eran los prestamistas. Yunus les facilitó el dinero y rompió así el círculo de la usura, primero como avalista personal y a partir de 1983 con la creación del Banco Grameen. El modelo invertía el de la banca al uso, «que no presta a quien necesita, sino a quien mejor lo puede devolver». Los candidatos a los microcréditos -a un tipo de interés testimonial- tenían y tienen que demostrar carecer de tierras o propiedades con qué responder. Su loca estrategia dio pronto muestras de acierto. El invento ha crecido y el Grameen tiene ahora 6,5 millones de clientes, casi todos en su país. El 96% son mujeres, y más de la mitad de los beneficiarios han logrado dejar atrás la precariedad extrema en la que se encontraban cuando acudieron a la entidad. La reina Sofía fue una de las primeras en felicitar a Muhammad Yunus, amigo personal, y el Gobierno español se congratuló también del premio. Yunus mantiene una estrecha vinculación con España, a donde viaja con frecuencia y donde le han llovido multitud de premios. El último, el Premio Convivencia Ciudad de Ceuta, hace apenas unos días. El más relevante, el premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1998. También ha sido propuesto como doctor honoris causa por la Universidade da Coruña, aunque todavía no ha sido decidido. Yunus ya ha adelantado que destinará el dinero a construir un hospital oftalmológico y la creación de una empresa alimentaria para los más pobres.