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Después de que la infanta Leonor se adelantase tres semanas, tanto el hospital Ruber Internacional como los periodistas encargados de cubrir la información tienen todo preparado para recibir a la segunda hija de los Príncipes de Asturias. Aunque el 25 de septiembre la Casa del Rey comunicó oficialmente que el alumbramiento estaba previsto para principios de mayo y que el embarazo de doña Letizia se está desarrollando con normalidad -salvo por las usuales molestias digestivas-, los aledaños de la clínica ubicada en el barrio residencial de Mirasierra ya han sido tomados por una legión de escaleras encadenadas a las vallas y pegatinas que indican en el suelo el puesto de los cámaras de televisión y fotógrafos. Todo permanece tranquilo. Apenas una docena de periodistas empezaron el martes a hacer guardia en las instalaciones. En esta ocasión, la plataforma cuenta con un toldo y se han montado unos aseos portátiles, muy de agradecer porque en esa zona sólo existe un bar. «Todavía no hay mucho jaleo», confirma Lydia, redactora de Europa Press, mientras se echa crema para protegerse del sol. Por lo menos de momento, porque, según señala Javier, fotógrafo free lanc e, ha llovido en todos los acontecimientos relacionados con la Princesa, por ejemplo, la bod a. La clínica Ruber Internacional tiene reservadas tres suites para doña Letizia, el Príncipe y las visitas de la familia, y el parto será atendido por el ginecólogo Luis Ignacio Recasens, el mismo que siguió el anterior. | marina de miguel