«¡Fijaos qué ojos tiene Sofía!»

Tomás García Yebra MADRID

SOCIEDAD

FOTOS: BALLESTEROS

La familia real asistió al bautizo de la segunda hija de los Príncipes «Está más despierta que Leonor y se porta un poco peor», reconoció doña Letizia

15 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

En una ceremonia familiar y vespertina, con apenas cien invitados, fue bautizada en los jardines de la Zarzuela la infanta Sofía, segunda hija de los Príncipes de Asturias, octava nieta de los Reyes y tercera en la línea de sucesión al trono. El acto religioso fue oficiado por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, asistido por el arzobispo castrense Francisco Pérez González. Fue el arzobispo de Madrid quien derramó el agua del Jordán sobre la pequeña cabeza de la infanta. Lo hizo con una concha de plata sobre la pila de Santo Domingo de Guzmán y en medio de una preciosa arboleda. La niña, de dos meses y medio, recibió el agua sagrada dormida y sin rechistar. Su abuela, la reina Sofía, que iba vestida con una traje pantalón amarillo (indumentaria poco usual en ella), aprovechó el momento para hacer unas fotografías con su cámara digital. El bebé, que vistió el mismo faldón color marfil que hace 69 años utilizó su abuelo paterno, don Juan Carlos, y que posteriormente también llevaron su padre don Felipe, su hermana Leonor, sus tías las infantas Elena y Cristina y sus seis primos, mantuvo abiertos sus intensos ojos azules durante buena parte de la velada, sobre todo en la sesión fotográfica previa al bautizo. «Se cría fenomenal» «¡Fijaos qué ojos tiene Sofía! Esta más despierta que Leonor y se porta un poco peor», comentó la madre a un grupo de periodistas. «Se cría fenomenal con la leche materna, e incluso reclama la comida; pesa más que su hermana Leonor a su edad», dijo una orgullosa Letizia Ortiz, quien no soltó en ningún momento a su hija de sus brazos y recordó que Leonor, recién nacida, era «una bendita», mientras que su hermana «es más normal». La infanta -a ratos con chupete-, recibió el nombre de Sofía de Todos los Santos. Tras la ceremonia -que empezó pasadas las 20 horas y duró cerca de tres cuartos de hora- los Príncipes de Asturias se acercaron con la niña hasta la ermita de la Zarzuela en señal de ofrecimiento. En la sesión fotográfica que congregó a las dos familias se pudo ver a una radiante Letizia Ortiz con un bonito vestido de encaje blanco y a una traviesa infanta Leonor. La primogénita eludió nuevamente la vigilancia de los padres y correteó de un lado para otro. Fue la Reina quien en un momento determinado la retuvo en sus brazos. Sofía tuvo como padrinos a su abuela materna, Paloma Rocasolano, y al príncipe de Vidin, Konstantin de Bulgaria.