El Tribunal Superior Federal de Brasil votó a favor del mantenimiento de los límites actuales de la reserva Raposa Serra do Sol, en el amazónico estado de Roraima, en la frontera de Venezuela y Guyana, y a favor de la expulsión inmediata de los arroceros. La sentencia sentará jurisprudencia para un centenar de casos litigiosos de creación de reservas que cubren 12% del territorio brasileño. «Este veredicto aportará un alivio considerable no solo a los 20.000 indios que viven en Raposa, sino también a cientos de miles más en el resto del país y a todos sus amigos en el mundo», señaló un portavoz de la oenegé Survival International. El tribunal decidió autorizar a los indios que vivían en la zona a permanecer allí, frente a la amenaza que para ellos suponía el desarrollo de la región, amparada por granjeros y terratenientes blancos, y en medio de una campaña de propaganda que advertía que las reservas cuestionan la soberanía del país.