Los tradicionalistas se unen y amenazan con provocar un cisma en la Iglesia anglicana

Imanol Allende

SOCIEDAD

08 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Ayer se hizo presente un nuevo grupo religioso dentro de la Iglesia anglicana, nacido, según sus fundadores, como respuesta al «dolor de cabeza» causado por los obispos liberales que han permitido en los últimos años la ordenación de mujeres obispos y homosexuales. Su objetivo no es el de dividir a la muy debilitada Iglesia anglicana, pero muchos son los que temen que esta sea la génesis de algo que con el tiempo conducirá a un inevitable cisma. Lo han llamado Fellowship of Confessing Anglicans (algo así como Hermandad de Anglicanos Confesionales), una alianza entre anglocatólicos y evangelistas conservadores, cuyo objetivo es recuperar la autoridad de la Biblia y sus enseñanzas tradicionales, por encima de los nuevos dogmas procedentes de las corrientes más liberales, en especial de Norteamérica. «Partes de la Iglesia de Inglaterra no creen lo que están viendo, que la Iglesia se está alejando del cristianismo bíblico», indicó el obispo de Lewes, Wallace Benn, durante el acto inaugural de este movimiento, que atrajo a Londres a unas 1.600 personas procedentes de 300 diócesis del Reino Unido e Irlanda. El apoyo de la reina Isabel II a este movimiento ha aumentado la polémica sobre sus consecuencias para la Iglesia anglicana.