Rayan fue enterrado junto a su madre entre el dolor de todo un pueblo en la localidad de Mdiq
SOCIEDAD
El féretro del pequeño Rayan fue enterrado ayer en el pueblo marroquí de Mdiq, junto a su madre, Dalila. Sobre las dos de la tarde hora local, los familiares trasladaron el ataúd hasta el cementerio de la localidad, donde el cuerpo del niño recibió sepultura, acompañados por unas doscientas personas y ante el atento seguimiento de un buen número de medios de comunicación. Celebrada bajo un intenso calor, la ceremonia, a la que por tradición marroquí solo asistieron los hombres, duró alrededor de 15 minutos y estuvo dirigida por un imán, que recitó versos del Corán.
A continuación, la familia de Rayan recibió el pésame de las autoridades del pueblo y los demás asistentes. Previamente, la familia se había congregado para rezar por Rayan en la vivienda familiar del padre del niño, Mohamed el Uriachi, y en una mezquita cercana, donde realizaron también la oración musulmana del mediodía. Durante las exequias, el alcalde de este pueblo septentrional, Mohamed el Yacubi, se acercó a dar el pésame a la familia y leyó la carta que el rey marroquí, Mohamed VI, les dirigió, en la que expresaba sus condolencias y citaba algunos versos coránicos.
La rutina de Mdiq, pueblo del que son naturales Dalila y Mohamed, quedó alterada por el paso del cortejo fúnebre, tan amplio que la policía tuvo que cortar las calles más céntricas de la localidad.
Reacción de la Comunidad
Por su parte, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, anunció ayer que en todas las unidades de cuidados intensivos de la región se implantará el nuevo sistema informático que regula las bombas de alimentación a los pacientes para evitar errores como el que le costó la vida a Rayan. Güemes subrayó que este sistema, que hace «más difícil y más improbable» la comisión de estos errores, se implantará en el «cien por cien» de la región madrileña. De hecho, algunas se estaban probando en el Gregorio Marañón.