La Semana de la Moda de París arrancó ayer dominada por el escándalo protagonizado por John Galliano. «Es triste lo que ha pasado«, dijo la diseñadora española Amaya Arzuaga, que presentará su desfile para el otoño e invierno el próximo viernes en el museo del Grand Palais. «Salió su lado oscuro, es feo. Pero su talento es inmenso, eso es indudable», destacó Arzuaga.
Para Gaspard Yurkievich, otro de los creadores que desfilan desde hace varios años en París, el escándalo es la punta del iceberg de un problema entre el modista británico y LVMH, el grupo de lujo propietario de Dior. «Pienso que hay problemas que no conocemos», dijo Yurkievich. Según él, Dior ha utilizado el escándalo como excusa para sacarse de encima a Galliano». «Mi generación ha visto los desfiles más increíbles de John Galliano, entonces conozco su talento. Pero creo que es muy difícil controlarlo y que los nuevos mercados no lo entienden».
«La casa Dior no sabía cómo terminar su contrato», coincidió un periodista de moda, mientras que la responsable de comunicaciones de un joven diseñador se hizo eco de esa misma versión: «Dior quería echarlo», dijo. «Galliano tiene la propiedad intelectual de lo que ha diseñado para Dior, los abogados de ambos deben estar ahorita mismo negociando duro», recordó una compradora rusa.