El papa espera que su visita «dé abundantes frutos»

Efe

SOCIEDAD

Benedicto XVI ha leído un mensaje en español en la audiencia celebrada en Castel Gandolfo.

17 ago 2011 . Actualizado a las 19:40 h.

Benedicto XVI viaja el jueves a Madrid para presidir la XXVI Jornada Mundial de la Juventud católica, a la que se espera que asistan más de 1,5 millones de jóvenes y de la que la Iglesia espera que dé un impulso decisivo a la evangelización de las nuevas generaciones, especialmente en la secularizada Europa.

En la vigilia del viaje, el pontífice expresó su «alegría» por poder reunirse con los jóvenes católicos de todo el mundo y pidió a los fieles que se unan espiritualmente a él con las plegarias para que la JMJ de Madrid, «importante evento eclesial, dé abundantes frutos». «Que vuestra oración me sostenga y acompañe en el viaje apostólico que mañana emprendo a España», dijo durante la audiencia pública de los miércoles celebrada en la residencia de Castel Gandolfo, cuando saludó en español a los fieles procedentes de España y América Latina.

Es la tercera JMJ -creada por Juan Pablo II en 1984- que preside el papa Ratzinger tras la de Colonia (Alemania, 2005) y Sídney (Australia, 2008). En estos años ha logrado conectar con los jóvenes y en Madrid durante los cuatro días de la visita (hasta el 21 de agosto) compartirá con los muchachos y muchachas sus deseos, dudas y anhelos y les exhortará a no tener miedo a descubrir a Cristo, a la vez que denunciará el relativismo y la cultura que tiende a excluir a Dios de la sociedad, según el mensaje que les envió con motivo de la JMJ.

Benedicto XVI, de 84 años, considera que hablar a los jóvenes es el «gran desafío» de la Iglesia. Asegura que no es verdad que sean consumistas y materialistas y ha pedido a los gobernantes que den respuestas a sus peticiones, especialmente en esta época de crisis. Éste es también el tercer viaje de Benedicto XVI a España, el país que más ha visitado en sus seis años de pontificado. En el 2006 viajó a Valencia para el V Encuentro Mundial de las Familias, y en noviembre del pasado año a Santiago de Compostela con motivo del Año Santo Jacobeo y a Barcelona para consagrar el templo de la Sagrada Familia.

En Madrid, única etapa de esta nueva visita, se reunirá con cientos de miles de muchachos procedentes de 197 países, en su gran mayoría españoles, italianos, franceses, estadounidenses, alemanes y brasileños, con una edad media de 22 años, y más de la mitad de ellos, universitarios. Benedicto XVI partirá de Roma acompañado de su primer ministro, el cardenal Tarcisio Bertone, y de todos los purpurados españoles de la Curia (Antonio Cañizares y los jubilados Eduardo Martínez Somalo y Julián Herranza).

En Madrid será recibido por los Reyes de España y se reunirá con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El papa viaja a España en un momento en el que las fricciones de los pasados años entre la Iglesia y el Gobierno de Zapatero por las leyes sobre temas sociales aprobadas son ya agua pasada y las relaciones actuales entre España y la Santa Sede son «serenas y positivas», según dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

La embajadora de España ante la Santa Sede, María Jesús Figa, ha expresado su «alegría y agradecimiento» al papa por la visita y ha asegurado que desde el Gobierno se ha hecho todo lo posible para que sea «un rotundo éxito».

Grupos de homosexuales han convocado asimismo un beso colectivo durante uno de los recorridos del papa, al que acusan de homofobia. El portavoz Lombardi aseguró que el Vaticano «no está preocupado» por las manifestaciones y subrayó el derecho de la gente a «opinar libremente». Diez mil policías vigilarán la JMJ, para la que se han acreditado 4.500 periodistas de todo el mundo. Además de los jóvenes, también asisten 14.000 sacerdotes y 900 obispos.