Protección y glamur en invierno bajo la capucha

ivannia salazar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

26 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Llueve, hace frío, el pelo se daña, la cabeza se moja (y dice la sabiduría popular que por ahí y por los pies empiezan los catarros), el maquillaje se estropea y el paraguas sirve de poco porque hace mucho viento y el agua entra por todos lados menos por arriba. ¿Solución? La capucha. Si bien muchas personas consideran que es demasiado informal, deportiva -por las sudaderas típicas del gimnasio- e incluso con un punto infantil, lo cierto es que, como en todo lo que a moda se refiere, dependiendo de la prenda y de la combinación, la capucha puede ser no solo un elemento muy útil, sino además elegante. Casas como Ralph Lauren fueron las primeras en añadir la capucha a prendas atípicas, como los vestidos.

Su uso no se limita además a exteriores. Con vaqueros desgastados, tacones o botas altas y camiseta, una sudadera de algodón ligero con capucha añade un punto relajado en interiores -ya sea en el trabajo o de visita en casa de amigos o familiares-, aunque la capucha, por supuesto, no se utilice sobre la cabeza, sino que descanse sobre los hombros. Diferente es su uso al aire libre. Diseñadoras como Vera Wang proponen el uso de parkas con capucha sobre casi cualquier prenda, vestidos de fiesta incluidos. Las parkas, eso sí, en colores como el verde militar, en tamaño oversize y con pelo sintético en los bordes. Si las encontramos en tejidos impermeables, o con retoques en plástico o caucho, tenemos gran parte del invierno resuelto.