El tesoro de «Las Mercedes» viaja por fin a España

paula bustamante MIAMI / AFP

SOCIEDAD

Craig Litten

El botín del «Nuestra Señora de las Mercedes», más pesado de lo previsto, llegará sumergido en agua marina para que no se deteriore

25 feb 2012 . Actualizado a las 07:01 h.

El tesoro del buque Nuestra Señora de las Mercedes, hallado en el 2007 por la empresa estadounidense Odyssey, llegará esta tarde a España. Viaja desde ayer en dos aviones Hércules que al final han tenido que cargar más peso del previsto. «En total fueron 49.000 libras [más de 23 toneladas], muchas más de las 17 planteadas en principio, porque se ve que la primera cantidad que comunicó la empresa no era la correcta», dijo Miguel Morer, jefe de prensa del Ministerio de Defensa español desde a base militar aérea estadounidense MacDill, en Tampa (Florida).

El vuelo con las 595.000 monedas de oro y plata, además de «algunas imágenes religiosas y cofres», contempla una escala técnica de al menos una hora en una base de Nueva Jersey, y luego en Canadá. Está previsto que los aviones aterricen este mediodía en la base militar de Torrejón.

Investigación

«Todo el material se halla en muy mal estado de conservación porque ha pasado los últimos 208 años sumergido, y de hecho aún lo está, precisamente para preservarlo», indicó Morer al explicar que no saben con precisión qué otras piezas integran el tesoro, que viaja en empaques «sumergidos en agua marina y un líquido especial para que no se deteriore».

La Guardia Civil investigará si la empresa Odyssey ha entregado todo el tesoro que sustrajo de la fragata o si faltan piezas, como las 59 que, según sospecha un concejal de San Roque (Cádiz), podrían haberse quedado en Gibraltar. El fiscal de Algeciras, Juan Cisneros, explicó a Efe que de momento no se puede reclamar porque no hay constancia de que en Gibraltar haya piezas expoliadas.

«Se pueden tener sospechas, sobre todo teniendo en cuenta cómo actuó la empresa desde el principio», dijo el fiscal, que apuntó que habrá que hacer «una comparación entre lo que se ha entregado y lo que presumiblemente hay».

Considera que la indagación sobre el expolio es difícil, especialmente si no se cuenta con la colaboración de la empresa. «Habrá que ver -añadió- si realmente se sacó todo lo que había en el barco, que tampoco lo podemos saber, si se quedó algo en Gibraltar, en Estados Unidos o en cualquier otro país».