Aunque el gran día se celebró ayer con el cruce del río Lethes y la batalla final, la Festa do Esquecemento está presente en Xinzo desde el pasado viernes. Las tropas romanas y los límicos han convivido estos días entre luchas de gladiadores, comidas de confraternidad, queimadas para espantar a los malos espíritus, bodas, bautizos, escaramuzas, cortejos, entregas de regalos e incluso subasta de esclavos.
En esta edición, se ha suprimido el campamento que todos los años reunía a las tropas de ambos bandos, entre cabañas, campamentos romanos y fuegos nocturnos. No obstante, este año se ha querido, quizás para compensar la eliminación de este punto de encuentro, que la fiesta llegue a todas las calles de la villa y no únicamente a las zonas del río. Por eso los limianos han convivido con un mercado romano, con los desfiles de las tropas o incluso con invocaciones a los dioses, mientras paseaban tranquilamente por sus calles. Otra de las novedades de este año sirvió para poner el punto y final a la Festa do Esquecemento. Se trata de la denominada «Enchenta sardiñarum», o degustación gratuita de sardinas asadas en la plaza Maior. Con el cierre del Macellum -mercado de productos artesanales- y el apagado del fuego sagrado se dio por finalizada la cita.