Priorizan la visión global del paciente y su control habitual
22 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los cardiólogos europeos han revisado sus criterios sobre la hipertensión, que se mantenían desde el 2007, enfatizando el valor de la presión arterial en el conjunto de las condiciones de un paciente que debe entenderse como un todo, y que ha de estar controlado de forma habitual, mejor si lo hace él en su casa.
Las sociedades europeas apoyaron así una nueva guía que, entre otras cosas, establece que la presión arterial se considerará normal hasta 90 mmHg (milímetros de mercurio) para la mínima (o diastólica) y 140 mmHg para la máxima (o sistólica), sin hacer distinciones en pacientes de más o menos riesgo.
Para los cardiólogos, es importante considerar al paciente en su conjunto para establecer qué diagnóstico y tratamiento elegir. La hipertensión no es una enfermedad sino un riesgo, como ocurre con el colesterol alto. Por eso, el médico -recalcan las nuevas guías europeas- debe analizar los niveles de colesterol, hipertensión y glucosa del paciente, pero también su edad y sus antecedentes familiares. Para quienes tienen una presión arterial sistólica de hasta 149 mmHg, la mayor parte de las veces no hace falta un tratamiento con fármacos, solo la corrección de hábitos de vida. Alfonso Castro Beiras, responsable del Área del Corazón del Chuac, pone un ejemplo muy clarificador: «Reducir a la mitad el consumo de sal puede bajar entre 1 o 2 milímetros la presión arterial; pero si el paciente tiene sobrepeso, quitarse cinco kilos le hará bajar 4 milímetros la presión; y si hace ejercicio puede hacer que caiga hasta en 7 milímetros».
Otra novedad de la guía europea es que destaca mucho la importancia de que la medición sea fiable. Debe haber concordancia entre lo que registra el paciente en su casa -mejor con un tensiómetro de brazo, no de muñeca- y en la consulta. Si hay discrepancias sostenidas en el tiempo o simplemente el médico tiene dudas puede establecer por MAPA (monitorización ambulatoria de la presión arterial) para descubrir cuál es el problema. Uno que puede detectar la MAPA es que la presión no baje mientras se duerme, lo que aumenta el riesgo de tener un accidente cardiovascular.
Finalmente, la guía apunta que a veces es mejor recetar dos fármacos en dosis bajas que uno solo en altas, estableciendo un protocolo concreto a seguir en este sentido.